jueves, 10 de mayo de 2018

You Were Never Really Here


En realidad, nunca estuviste aquí

Directora: Lynne Ramsay
Guionista: Lynne Ramsay (basada en la novela de Jonathan Ames)
País: Reino Unido
Año: 2017
Duración: 95 min. aprox.

Género / Tópico: Thriller - Drama / Secuestros

Sinopsis: Joe, ex marine y veterano de guerra, es un tipo solitario que se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada.


Reparto / Personajes

Joaquin Phoenix es Joe
Ekaterina Samsonov es Nina
Alex Manette es el senador Votto
Dante Pereira-Olson es Joe de niño
Judith Roberts es la madre de Joe
Entre otros

NOTA: 8.8 / 10
(Ver escala de valoración)


Entre otros festivales, premiada al Mejor guion y Mejor actor (Phoenix) en el Festival de Cannes (2017), You Were Never Really Here es la última película de Lynne Ramsay, directora y guionista de Ratcatcher (1999), Morvern Callar (2002), y Tenemos que hablar de Kevin (2011). Una cineasta con un estilo personalísimo y mucho arte.

En este ocasión, una película de suspenso y acción, desde la perspectiva del cine de autor, que procura sus intenciones más en construir y deconstruir a su justiciero urbano, que en ofrecer una visión del tema que le envuelve (esta cuestión de la trata, la corrupción humana e institucional, y la explotación sexual de menores), si bien es el mundo contra el que nuestro antihéroe combate, no es el objetivo de Ramsay, sino ofrecer un retrato íntimo de Joe, a base de flashbacks que nos contarán la violencia intrafamiliar que sufrió durante su niñez y algunos de sus recuerdos como parte de las fuerzas en Afganistán. ¿Trillado, no? Sin embargo, no vemos en Joe el clásico antihéroe torturado en busca de venganza. Más bien a un personaje que ha hallado en su profesión la mejor forma de ocupar sus habilidades. Silencioso, solitario y torturado, pero jamás vengativo, un hombre bastante moderado y rutinario que cumple con su “deber” y cuida de su anciana madre. De manera que pese a haber un par de sucesos de suma relevancia en You Were Never Really Here, nos da la impresión de que es esto que presenciamos (o presenciaremos) es y será sólo “un mal día” en su vida.

Impresionista y gratamente sensorial Ramsey nos presenta a Joe y a su protegida Nina. El primero estoico y voluminoso, bastante endurecido y lacónico, nunca es presa de la ira. La segunda, un personaje que poco conoceremos, pero clave en todo momento… (es donde entra el guion y las formas de Ramsey, Nina es una víctima, pero el transcurso de los hechos le hacen omnipresente y enigmática). Una propuesta muy agradable, que desgraciadamente como la mayoría de títulos de cine de autor si nos cautiva pero es incapaz de tocarnos, de que generemos empatía por sus personajes (excéntricos); sin embargo, resulta bastante entretenida, poseedora de algunas escenas brillantes, logra maravillarnos con su factura técnica y lenguaje cinematográfico. Una fotografía estupenda a cargo de Thomas Townend, mismo que participó en Tenemos que hablar de Kevin, plegada por una variedad de ángulos y travelling, el recurso de las cámaras de seguridad, y una paleta de colores que nos sumerge a un mundo diferente cada que estamos o en un callejón nocturno y goteando, los interiores de una mansión, una humilde vivienda, o las calles de Queens. Por supuesto la actuación es otro aspecto a destacar, el trabajo de Joaquin Phoenix a quien recordarás en la autobiografía de Johnny Cash, Walk the Line (2005), Her (2013) o Irrational Man (2015) de Woody Allen, tanto por su actuación como por su caracterización, y la casi debutante Ekaterina Samsonov… que ahora que lo pienso, su mayor aporte está en su belleza adolescente. Y bueno, mención especial se merece la banda sonora a cargo del multi-insturmentista Jonny Greenwood de Radiohead, que es lo que finalmente viene coronando el filme.

Como lo mencionaba antes, me dejó bastante frío, pero no por ello me dejo de gustar. Es de apreciar su tesitura artística, y esa oda que hace a la violencia. Esa danza en la cual no todo es frenetismo sino también parsimonia y un bello vaivén. A ratos la violencia estalla con el sonido sordo de una bala atravesando un cráneo, otras, nos impide verlo, sólo atestiguando la mirada de su ejecutor. Explicita y a la vez sugerente. En cuanto al final, me encantó. 

Si te gustó Tenemos que hablar de Kevin, debes de verla. También si te agrada el cine de autor... y hasta tal vez, aunque es una perspectiva muy diferente, si buscas (pero con más arte) una versión de Punisher. Como dato extra, en México el libro lo encuentras en librerías Gandhi. 



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