Cinerama [V.D.]: As Boas Maneiras

Directores: Marco Dutra y Juliana Rojas
Guionistas: Marco Dutra y Juliana Rojas
País: Brasil
Año: 2017
Duración: 135 min. aprox.
Trailer

Género / Tópico: Fantástico - Terror / Hombres lobo

Sinopsis: Clara, una solitaria enfermera de las afueras de São Paulo, es contratada por una adinerada y misteriosa mujer llamada Ana, para que cuide de su bebé, el que no ha nacido todavía. Ambas mujeres establecen un vínculo muy íntimo, pero una noche fatídica hace que sus planes cambien.

Reparto / Personajes

Isabél Zuaa es Clara

Marjorie Estiano es Ana

Miguel Lobo es Joel

Entre otros

NOTA: 8 / 10

(Ver es cala de valoración)

Pocas películas han sido galardonadas tanto en el Festival de Cine Internacional de Locarno como en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. El uno, una muestra de cinematografía suiza dedica al cine de autor e independiente (en su mayoría documentales y dramas de carácter social), el otro, celebrado en España, exhibe como lo dice su nombre, cine fantástico y de terror. Entre otros, un par de festivales en los que la última película de Marco Dutra y Juliana Rojas fue premiada, y es el motivo inicial por el cual nació mi interés hacia ella (desde el año pasado estoy buscándola). Pero no sólo es el alcance que tuvo ante la crítica, sino sus orígenes; el cine de terror brasileño, al igual que el cine en torno al hombro lobo (mucho menos popular que el basado en el mítico vampiro, el cual en más de una ocasión, ha sido su amo y señor) es tan escaso hoy día, reduciéndose a dos o cuatro películas por año. El cine de terror brasileño con toda seguridad no suma más de 200 películas en toda su existencia, lo mismo que el cine de hombres lobos (tan sólo, en el 2017 sólo tuvimos a As boas maneiras y la comedia de terror canadiense Another WolfCop).

Dadas sus características el cine fantástico llega a resultar en numerosas veces un mero entretenimiento. No obstante, hay películas que logran quedar en el recuerdo, empleando elementos de fantasía para construir historias y situaciones en las que quizá, aquellas criaturas míticas no tendrían cabida. Es el caso del trabajo de Dutra y Rojas, una propuesta que mezcla la figura del hombre lobo con el romanticismo entre dos mujeres, pese a cualquier estatus social, moral o racial, y el amor maternal, tan incondicional y puro, como en su forma más idílica.

La historia arranca cuando Clara acude a un lujoso edificio en São Paulo para una entrevista de trabajo, ahí conoce a Ana; una mujer embaraza que necesita que alguien se dedique a las labores del hogar y posteriormente le ayude con los cuidados del bebé. Aunque Clara no cuenta con experiencia como niñera, ni las recomendaciones necesarias y dejó la escuela de enfermería trunca, hay algo en ella que despierta la confianza de Ana. Es así como ambas mujeres, tan opuestas, establecen una relación de trabajo, que pronto, entre las visitas al obstetra (el ultrasonido revela a un niño grande, fuerte y sano), las compras y las largas charlas, da paso a algo más íntimo. Una relación, sin perder el rol de sirvienta-empleadora, basada en la tensión sexual, confidencia y no sé hasta qué punto amor. A la par, el misterio sobre la naturaleza del padre (un encuentro casual) cobra relevancia cuando el sonambulismo de Ana, propiciado por la luna llena, la transforma en un depredador de ojos bestiales color amarillo…

El guion, calmosamente escrito divide el filme en dos partes, aquella de amor lésbico descrito en el párrafo anterior, y la segunda, años después, en donde el amor de una madre será el eje central. Un filme personalísimo. Cine de autor de fantasía. Para algunos precisamente este parte aguas (el parto a la luz de la luna) será el punto más negativo, ya que lo extiende a poco más de dos horas. Pero al menos para mí (que admito la primera parte me gusta más) es el tiempo ideal para mostrarnos el talento de sus directores; encontrando su elemento más sólido en la reivindicación de un subgénero casi olvidado (el hombre lobo, naciente en la mitología griega de Licaón) desde el punto de vista más clásico pero a la vez fresco.

Una propuesta ricamente respaldada por una fotografía vivida, rememorando cual cinta de Disney el castillo de la princesa (el departamento de Ana) en tonos azules, rosas y blancos, y el bosque (las favelas) en verdes y marrón. La música también nos recuerda a estos cuentos, y aunque para nada soy fan de Disney, cae extrañamente bien esta evocación, esos dejos a musical encantado. En segunda línea tenemos el diseño de producción y la idea de introducir el flashback como una animación/historieta. La actuación otro punto a favor, aunque admito el reparto infantil no me convence del todo. ¿Habrá un aspecto negativo además del metraje posiblemente excesivo? Lo hay, y es el motivo por el cual para mí está película tan bella y ligeramente diferente no alcanza una mejor puntuación: el trayecto hacia el final, pierde inspiración y ofrece un final un tanto insípido.

Una película que nos invita a mirar hacia el cine fantástico y de terror brasileño, y al menos (para mí) a hacernos de la primera película de terror-drama de Dutra y Rojas: Trabalhar Cansa (2011). Como dato extra, en los créditos se ven los agradecimientos a Walt Disney y a la novelista británica Angela Carter (autora de The Company of Wolves, historia en la que se basa Neil Jordan para su conocida película homónima de 1984.)