Aquí estoy
Director: Spike Jonze
País: E.U.A.
Año: 2010
Duración: 28 min. aprox.
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Cortometraje que poco le faltó para la media hora, aún así es compacto, rápido de ver, producido por la marca de vodka Absolut y dirigido por el director de Where the Wild Things Are. Cero originalidades y un diseño psicológico un tanto superficial, tanto en el rumbo de la ciencia ficción como por el lado romántico. El desenlace es predecible… y no dice mucho… pero es bonito. A quien le gusten estas cosas creo le caerá bien. Bonito, tierno.
La historia se desarrolla en un futuro donde los seres humanos conviven con androides, estos segundos con menos derechos, algo que para nada es de importancia aquí, sólo es un dato más, muy X. Lo importante es las relaciones que establecen los personajes que aquí son androides pero como va el asunto podían ser cualquier cosa.
Sheldon, bibliotecario con un CPU por cabeza. Tímido, pasivo, su vida jamás es depresiva, sólo es… el pasar del tiempo, la monotonía de los días que al parecer no le molesta. Sin embargo acepta abrirse a todo un mundo de sensibilidad y encanto (de esas nimiedades que endulzan la vida de cualquiera) cuando conoce a Anne, también androide pero más parecida a un maniquí. Ella es todo lo opuesto a él, divertida, desinhibida, desordenada, soñadora, y con su magia trastoca la antisocial vida de Sheldon. Simpático la primera invitación que le acepta, acompañándole a dar una vuelta con su pandilla de robots y su “mascota” humana.
Encontramos en esta fábula fantástica dejos de melancolía e irracionalidades de las que sólo el corazón es responsable, el entregarse al 100 y darlo todo, porque cuando la vida adquiere un sentido, vale dejarla por éste. Podemos ver como se divierten como niños, se toman de la mano, corren juntos y acarician su frío fetal. Simpleza sin igual pero efectiva.
-¡No!, Yo puedo escoger-No, no puedes. Porque tuve un sueño anoche... y en mi sueño... tú necesitabas la pierna, y todos en el mundo... intentaban darte su pierna pero yo de verdad quería que tuvieras la mía. Y en mi sueño... tú escogiste mi pierna y me hiciste tan feliz… Y fue el mejor sueño en la historia de los sueños
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