viernes, 7 de junio de 2013

Always


O-jik geu-dae-man

Director: Song Il-gon
País: Corea del Sur
Año: 2011
Duración: 105 min. aprox.

Género: Romance / Drama


“El amor es el arquitecto del universo.”


Dulces palabras de Hesiodo, aunque de ser honesto no fue lo primero que recordé, sino aquellas que Cohelo en El alquimista pone en boca de un viejo: “Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.”… pero como Cohelo me cae mal me quedo con Hesiodo. 

No sé, creo que en todo lo que va del año no he visto una sola película coreana, así que ahora ya con más tiempo pensé: "es hora de volver pero que sea con un género al que no recurro tanto", y escogí el título y la portada más cursi que pude encontrar. 

Siempre… a veces el amor es tan mágico como hablar ilusionadamente de la eternidad: sentirla, soñar que puede suceder. Es una visión por la que cualquier sacrificio queda reducido a nada porque todo lo vale. Así, bajo esta constante tenemos a dos personas de ésas que por X o Y son únicas, de ésas que ¿el destino? termina reuniendo. En esta historia es cuando una noche Jang Marcelino, un ex-boxeador auto-exiliado de la felicidad por remordimientos del pasado, recibe la visita inesperada de Jeong-hwa, cual bellísimo ángel ciego. Sin desearlo ni saber cómo Marcelino se convierte en su guardián y posteriormente en el amor de su vida en su versión más pura. Pero las cosas jamás en esta vida son tan fáciles. Marcelino vuelve al mundo de las peleas para construir el futuro que ella merece, y no sólo eso, apuesta su integridad física, su vida, por devolverle la vista.

Una producción genial, la fotografía es estupenda en las escenas nocturnas, también capaz de arrojarnos algunos cuadros panorámicos muy artísticos, tanto de la naturaleza como urbanos. La música es modesta y la actuación destacable, disfrutas y sonríes viendo a la pareja. Al arisco Marcelino con corazón de niño y a Jeong-hwa, simpática como nadie pero con un inherente dejo de tristeza. Sin embargo hay algo que falla, el argumento, y no me refiero a los sentimentalistas clichés sino a que es MUY predecible y de ahí la imposibilidad de hacerte sufrir porque ya sabes qué pasará, y por otro lado, lo inverosímil del universo conspirador, o sea, esto de las casualidades. 

Un melodrama bonito pero hasta ahí, se sostiene pero desgraciadamente no te hace sufrir ni sorprende. Eso en su parte medular, el drama romántico; en cuanto a su perfil menos importante: la acción, las peleas… escasas de dinamismo. Fallida.


Sugerencia, si te gustan los dramas coreanos y las películas románticas, adelante, si no es lo tuyo necesitas un filme que te haga sentir y éste no creo lo logre… pero es tu decisión, tampoco es que sea mala, no, para nada.


Hay una imagen con la que si me quedo, quizá muy insignificante pero me gustó: las escaleras. Me encanta ese simbolismo de subir una inmensidad de escaleras adornadas con margaritas para llegar al hogar de tu amada.



Puedes descargarla de Asia-Team: click acá.

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