lunes, 3 de noviembre de 2014

Miss Violence


Director: Alexandros Avranas
Guionista: Alexandros Avranas
País: Grecia
Año: 2013
Duración: 98 min. aprox.

Género / Tópico: Drama / Familia - Drama psicológico

Sinopsis: Durante su cumpleaños undécimo Angeliki decide suicidarse saltando sonriendo desde el balcón. A espaldas, su familia baila, ríe y corta el pastel. Un evento trágico que revelará el secreto que yace tras las paredes del hogar de una familia aparentemente perfecta. 

Personajes
Themis Panou es el abuelo
Reni Pittaki es la abuela
Eleni Roussinou es Eleni
Sissy Toumasi es Myrto
Kalliopi Zontanou es Alkmini
Constantinos Athanasiades es Philippos
Chloe Bolota es Angeliki
Entre otros


A principios de este 2014 se anunció el final de la crisis financiera griega, un déficit económico histórico propiciado por el gobierno demócrata que marginó a Grecia por varios años, menos de los que pensé. Aun recuerdo los reportajes de las grandes manifestaciones que tenían lugar ante está situación jamás vista: un país Europeo realmente en quiebra. Afortunadamente para Grecia ser parte de la Unión Europea le favoreció, al compartir como moneda el euro fue imposible devaluar éste, y ya que por sí mismo este país no iba a poder salir avante y comprometía a los demás, se puso en marcha el European Stability Mechanism, el cual aún y con toda la presión internacional a logrado sacar adelante a Grecia. No sé hasta qué punto sea a fortalecido, no estoy informado. El hecho es que en este contexto de decadencia y austeridad  a surgido está nueva ola de cine griego, un cine perturbador, diferente, malsano y de mucha calidad. Cine como el de Yorgos Lanthimos con Canino en el 2009, Economides (Knifer - 2010), Papadimitropoulos (Wasted youth – 2011), Tsangari (Attenberg – 2010), de nuevo  Lanthimos con Alps (ésta la vi en la Cineteca Nacional) ganadora en el Festival de Venecia del 2011... y bueno, otras más.

Dramas psicológicos sumamente artísticos que de una u otra perspectiva escarban en la psique del espectador. Revolviéndolo. No es que Miss Violence supere en creces a estos exponentes, de hecho quizá se queda abajo de algunos pero posee todos sus atributos. Ése desmoronamiento no sólo económico sino directamente social, latigueando el núcleo familiar. Cuadros sumamente viscerales, “extraños”, de una sutileza tan aguda al esgrimir su bestialidad, la omisión de la identidad, la falta de escrúpulos, el incesto –símil a las tragedias griegas llenas de parricidios, matricidios, fratricidios... y todo lo que terminé en cidios– y la podredumbre mental, engaños y apariencias.

Miss violence es un entramado supuesto de tal forma que... a través de su quietud, con la mayor templanza y lentitud inquebrantable –es uno de los metrajes de hora y media más largo que  he visto, (no confundir con aburrido que nada tiene de eso)– nos hace acertar malpensando, somos el testigo morboso, el voyeurista que no puede dejar de ver el clímax de una disfuncional familia. Suponemos y acertamos, ahora: esperamos.

Avranas nos trae está historia desde la pulcritud de un hogar que así como el rechinar de sus pisos en cada rincón yace la violencia y perversión. La intimidación. Cual castillo de la pureza en Kynodontas sólo que con un acompasado más frígido. Más frío. A través de la suma de tomas en primer plano a lo Heneke.

La próxima vez sonríe más.

Debo comentar no es fácil de ver, sólo si eres impresionable o bien, no llevas prisa y no te afecta apreciar algo que alguien llama arte con la posibilidad de que para ti no lo sea. De lo contrario te parecerá vacía, sumamente lenta y predecible, pretenciosa, pues se regodea tanto en el primer plano que puede volver lo contemplativo chocante y lo ingenioso absurdo, y claro, moralmente repulsiva e inútil. Por mi parte, es una película que esperaba desde el año pasado, y si, disfruté. Cuando la rutina familiar comenzaba a cansarme (por ahí del minuto 25-30) Avranas lanzaba su primer latigazo para mantenerme, y por ahí de pasada la hora es cuando se decide a arrojar de forma contundente su desagradable desnudes, una violencia contenida más allá de lo que vemos tras una puerta, tras el aspecto aseado y refinado de los buenos modales y el comportamiento exquisito de respeto y cariño. Del supuesto amor de un padre, abuelo y sostén de una familia de clase media. Como si nuestro personaje y protagonista le tuviese asco a esa imagen que se empeño a forjar y pasa a escupir en ella.

Por otro lado el inicio es sublime y creo yo desde ahí vale su visionado. Un suicidio muy lindo, basto. Un drama doméstico tan inexpresivo como expresivo que llevo a su director a ganar en el Festival de Venecia el León de plata por Mejor director y a Themis Panou el premio a Mejor actor. 

Es curioso... puede tacharse de inverosimil, pero vamos, voy a hacer una analogía, qué no es así la hiperestabilidad de las dictaduras (el abuelo y padre), como el tiempo parece detenerse (la lentitud y parsimonia del filme) a medida que aumenta su rigidez estructural, tendiente a la repetición (a los 11...) Su característica enfermedad, su amnesia opiácea (la abuela, la madre e hija) y su inevitable estallido (el final). Exagerado tal vez, irreal no. Y reitero... no es un filme extraordinario pero si interesante, y una promesa la evolución del directo y de este cine griego.

Un torrent que conozco y probé es éste, aunque tiene los subtítulos pegados en inglés al sobreponer los de en español no resulta tan molesto.

También la puedes ver online desde aquí.

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