miércoles, 19 de septiembre de 2018

Mandy


Director: Panos Cosmatos
Guionistas: Panos Cosmatos y Aaron Stewart-Ahn
País: E.U.A.
Año: 2018
Duración: 120 min. aprox.

Género / Tópico: Acción - Thriller / Años 80 - Venganza

Sinopsis: Red es un leñador que vive alejado del mundo junto al amor de su vida, Mandy. Un día, mientras da un paseo abstraída en una de las novelas de fantasía que suele leer a diario, Mandy se cruza sin saberlo con el líder de una secta que desarrolla una obsesión por ella. Decidido a poseerla a cualquier precio, hace añicos la vida de Red. Decidido a vengarse, pone en marcha una matanza que deja cuerpos, sangre y vísceras.


Reparto / Personajes

Nicolas Cage es Red
Andrea Riseborough es Mandy
Linus Roache es Jeremiah
Ned Dennehy es el hermano Swan
Olwen Fouéré es la madre Marlen
Line Pillet es la hermana Lucy
Clément Baronnet es el hermano Klopek

NOTA: 8.5 / 10


Un ejercicio de estilo digno de reconocer, que, aunque se diluye en un exceso de dirección, es al final del metraje una experiencia audiovisual que merece nuestro tiempo. Cine Serie B revestido de Cine de autor, desde una muy particular estética ochentera, lisérgica y brumosa, a favor del terror sectario y el thriller de venganza. Sí, aunque el protagonista sea Nicolas Cage.

Segundo y último largometraje del cineasta italiano Panos Cosmatos, a casi 8 años de su primera película Beyond the Black Rainbow (2010). En Mandy mantiene su personalísimo sello, aquel con el que en el 2010 quedó en el recuerdo de muchos (para bien o para mal). En esta ocasión, una propuesta más sólida y coherente, apostando por el delirio y la psicodelia, lenta, taciturna, en donde con el mismo interés se nos puede mostrar a nuestros personajes simplemente descansando y mirando tv o peleando con motosierras.

Inspirando en las formas de Lucio Fulci y The Sword and the Sorcerer (1982) de Albert Pyun. Cosmatos narra la febril epopeya de un leñador, en busca de venganza, tras serle arrebatado el amor de su vida, Mandy. Pareciese un trayecto largo, pero su atmósfera insana hace que pasemos por alto que debemos de esperar casi media película para que Nicolas Cage esgrima su furia. Acercándonos en primera instancia y sin atisbos de cursilería, a la solitaria e idílica vida de Red y Mandy, para posteriormente, golpear con las deseos mesiánicas de Jeremiah (quien ha puesto sus ojos en Mandy) y sus seguidores, todos ellos, colmados de crueldad y LSD; al margen, un trío de motociclistas cocainómanos extraídos del infierno de Hellraiser. 

Un filme que (quien haya visto Beyond the Black Rainbow lo entenderá) no termina siendo devorado por su mayor atributo (el aspecto audiovisual), sino que mantiene coherencia. Técnicamente una delicia, plegado de filtros azules/rojos, superposiciones e imágenes estroboscópicas, nos conduce cómodamente al delirio de sus personajes y del cine ochentero, redondeado por las panorámicas del fotógrafo Benjamin Loeb y secuencias de animación. El soundtrack es otra maravilla, compuesto por el islandés Jóhann Jóhannsson, una suerte de Dark Ambient – Industrial – Progresivo (como dato morboso, Jóhannsson fallece este 2018 por una sobredosis de cocaína). 

Como lo mencionaba en un principio, una película gratamente orquestada, que consigue llevar al arte el Cine de Serie B: esa trillada historia de venganza, gore, violencia, tortura, sangre propulsada de las gargantas rebanadas, y los ojos desorbitados de Nicolas Cage.  Por último sólo queda comentar que rara vez películas como Mandy, han sido tan aplaudidas en festivales de cine como lo son Cannes y Sundance. 

Veamos que le depara el futuro a Cosmatos, sus películas son una muestra de que tiene una visión muy clara de lo que busca. Y, bueno, si detestas a Nicolas Cage, déjalo pasar, que no te arruine el visionado de Mandy (si te agrada el género), hace un buen papel.



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