Cinerama [V.D.]: Brimstone

Director: Martin Koolhoven
Guionista: Martin Koolhoven
País: Holanda
Año: 2016
Duración: 148 min. aprox.
Trailer

Género: Thriller - Western

Sinopsis: Desde el momento en que el nuevo reverendo sube al púlpito, Liz sabe que ella y su familia corren un gran peligro.

Reparto / Personajes:

Dakota Fanning es Liz

Guy Pearce es El Reverendo

Ivy George es Sam

Emilia Jones es Joanna

Paul Anderson es Frank

Carla Juri es Elizabeth Brundy

Kit Harington es Samuel

Carice van Houten es Anna

Entre otros

NOTA: 8.8 / 10

(ver escala de valoración)

El mejor Western que he visto en años.

Sin duda el Western –típico del cine estadounidense– es el género cinematográfico que más ha sufrido el paso del tiempo. Bien nos lo decía Toy Story desde 1995 con el conflicto Woody-Buzz Lightyear. Pero… ¿esto es así? Si bien la mayor restricción del cine Western es su marco histórico (mediados del S. XIX y principios del S. XX), una desventaja temporal que ningún otro género tiene, sabemos que no importa el qué o el cuál sino el cómo. Algo que en la última década (para no ir muy lejos) nos lo han demostrado cineastas no sólo americanos. Desde el surcoreano Kim Jee-woon y su versión de The Good, the Bad, the Weird y Appaloosa de Ed Harris, en 2008; pasando por el remake de True Grit (2010) de Los hermanos Coen, Django Unchained (2012), la danesa The Salvation (2014) de Levring, la austriaca The Dark Valley (2014) de Prochaska, Bone Tomahawk y The Hateful Eight en el 2015... Barajando temas tales como la venganza, el racismo, el amor o la codicia, el western ha prevalecido. En el caso de Brimstone… de una manera deliciosamente siniestra, a través del extremismo religioso. Imagina al diablo envestido por el poder Dios.

“Apenas” puede creerse la crueldad y atrocidad que siglos atrás cometieron muchísimos países en nombre de cristo. Entre los más, España, Inglaterra, Italia, Francia, Alemania y por supuesto Holanda. No obstante, el dominio del fanatismo es atemporal… no sorprende que este gesto enfermo haya sido arrastrado al periodo de colonización de los Estados Unidos, precisamente caracterizado por su libertad religiosa, en veces, sucia de maldad, infamia e impunidad. Contexto mediante el cual Koolhoven construye un estupendo thriller hasta cierto punto psicológico y ultraviolento. De forma epistolar narra la confrontación entre Liz, en otrora Joanna, y un perverso hombre de Dios, sediento de justicia, venganza, muerte y lujuria.

Posterior a una voz en off. Capítulo 1. Revelaciones. El Apocalipsis o las revelaciones de san Juan el Divino, nos habla del advenimiento o la segunda venida de El Salvador. En Brimstone, después de un inicio parcialmente perturbador conoceremos a Liz, madre y esposa, y su labor como partera. También la llegada de su Salvador. Un oscuro predicador que ha llegado a la comunidad con la misión de fungir como El Salvador y Castigador de Liz, y devolverla al infierno. Un inicio ideal que describirá, aunque poco sabemos de ellos, a la perfección a nuestros dos personajes pilares. Liz, una mujer "sin pasado" que ha perdido la lengua y el Reverendo, aquel hombre con la seguridad, resolución y maldad que sólo la protección de Dios puede brindar.

Capítulo 2. Éxodo. El segundo libro de la biblia narra la esclavitud de los hebreos en el antiguo Egipto y su liberación hacía la tierra prometida. En Brimstone conoceremos a Joanna, que no es otra que la propia Liz a la edad de 13 años. Auto-exiliada en El Infierno, donde yacen prostitutas de noble corazón.

Capítulo 3. Génesis. El origen. En Brimstone el origen de Joanna… nacida en el seno de la oscuridad a la “luz” del Reverendo. Una visión, a diferencia de Revelaciones (más “terrorífica), y Éxodo (ilustrativa), Génesis es el punto más sádico de nuestra historia.

Capítulo 4. Retribución. Sin una alusión directa de la biblia, el capítulo nos hace referencia a la inevitable confrontación y al castigo divino. La estructura narrativa de Koolhoven vira al pasado para finalmente, arrojar el presente con la fuerza de dicho pasado. El punto máximo del deseo, la victimización, el horror, y el castigo.

Un filme encantador pese a su extensión. Capaz de revindicar el protagonismo y la figura femenina en el cine western. Dura más de dos horas… sí, por fortuna la narrativa epistolar nos ayuda bastante (más llevadero que flashbacks), y la intención de cada capítulo nos aporta cierta frescura, cierta sensación de recambio. Partiendo casi del slasher, hacía la ambientación más plena del viejo oeste para tocar finalmente, no sólo ese duelo mortal, sino la fría reflexión moral de su génesis. La actuación estupenda, por un lado Guy Pearce, aunque su personaje es más plano (es el diablo), consigue plasmar esa locura religiosa, cada gesto de desprecio y sadismo en su rostro, y aquel peculiar acento holandés. Por otro Dakota Fanning, perseverante, una superviviente. Si he de pensar en algo negativo… sería el epilogo. Pero… ¿qué se le hace?

En cuanto a la factura técnica. Dudé de la banda sonora, pero terminó por convencerme, creo que la música ambiental a lo J. S. Bach fue buena idea. La fotografía de Rogier Stoffers siempre a la par delas intenciones de cada capítulo, oscura, cálida y gélida, plegada por unos planos generales ideales para hacer brillar cada locación... El diseño de producción estupendo, rodada en diferentes países de Europa, logra retratar muy bien el viejo oeste norteamericano bajo el apabullante sol, el barro, la lluvia y la nieve. Y qué decir de los efectos especiales, me han gustado mucho esas dosis tan puntuales y gráficas de violencia.

Para terminar... cómo datos extras… es la primera película del Koolhoven en inglés y la primera película holandesa western. Si eres fan de Game of Thrones, aunque son secundarios, seguro disfrutas la aparición de la Sacerdotisa Roja y Jon Snow (¿por qué los tipos buenos siempre tienen que ser los guapos?). Si has visto The Night of the Hunter (1955) de Laughton, posiblemente encuentres más de un parecido con Brimstone… cierta escena con la escopeta y bueno, el papel antagónico en manos de un Reverendo, pero apunta hacia otra dirección. Y… finalmente, en ese mismo 2016 hubo otra película “western feminista” más mediática y bastante floja (hecha en Estados Unidos, con Natalie Portman): Jane Got A Gun de O'Connor, no la sugeriría.