Tokyo!

Director: Michel Gondry // Leos Carax // Bong Joon-ho
País: Japón
Año: 2008
Duración: 110 min. aprox.

Trailer


Tríptico surrealista es lo que viene siendo Tokyo!, título bajo el que se presentan tres mediometrajes de tres directores, cada título con su estilo particular, historias independientes en mundos completamente diferentes que tienen como único nexo la ciudad de Tokio (y con ello lo que representa).

Tokio, la ciudad más poblada del mundo y más importante de Japón, centro económico, cultural, político, etc., sede de grandes corporaciones financieras y tecnológicas, instituciones educativas, puntos de entretenimiento, etc., etc. Urbe generadora de anomias sociales, que es donde se introduce cada director, con sus variadas dosis de comicidad en cada puesta, creatividad y perspectiva metafórica. Sin ser excepcional, creo que es un ejercicio agradable, entretenido, donde supongo los directores se divirtieron y trabajaron libremente, experimentando con algunas ideas.

Les cuento un poco de cada uno, en orden:


Interior Desing

Va de una pareja de jóvenes novios que recién se mudan a Tokio y a falta de dinero se instalan con la amiga del chico, pero no es en lo absoluto para siempre, la idea es que será mientras logran ubicarse en una apartamento propio. El chico es un director de cine que recién comienza, muy apasionado en lo que hace, divertido, bromista y con ambiciones, su novia se considera sólo su… novia, la cual no sabe hacer mucho y a la vez sí. Angustia existencial.

-Ayer. Dijiste que no tenía ninguna ambición.
-¿Yo dije eso?
-Sí. Y no es verdad. Me gusta la fotografía y la pintura. Me saqué la licencia de patrón de yate, y además leo un montón.
-Pero eso no son más que aficiones. Nada que ver con las ambiciones.
-¿Qué diferencia hay?
-Tendrías que ser capaz de determinar... qué lugar ocupas en este mundo, en función de lo que haces.

Gondry, a quien se le puede apreciar en The Science of Sleep y Eternal Sunshine of the Spotless Mind (que me gustaron mucho) mezcla de manera brusca pero agradable, la realidad con la fantasía. Para las personas con quien charlé el mejor de los tres… para mí no tanto así, pero es aceptable.


Merde

Cuenta la historia del monstruo de las alcantarillas, el Sr. Merde. Quien misteriosamente llegó a Tokio, y a partir de ahí se dedicó a aterrorizar a los habitantes, haciendo destructivas apariciones.
Curioso personaje de aspecto ligeramente deforme, una extraña filosofía de la vida, y un idioma casi único.

-Mi dios siempre me coloca... entre la gente a la que más odio. Ésa es mi cruz.

Delirante trabajo de Carax, de quién he visto Les amants du Pont-Neuf, grato drama romántico. Merde se sirve a partir del histerismo, la histeria colectiva, la masificación de los medios de comunicación, el racismo y el fanatismo para hilvanarlos con ironía y humor, a riesgo de caer en algunos clichés cómicos. No es el mejor regreso de Carax, quien ha estado ausente de las pantallas por 10 años, pero algo es algo.

Se acabo.
El cielo ha envejecido.


Shaking Tokyo

Llevo diez años viviendo en esta casa. Soy un hikikomori. (HIKIKOMORI: Literalmente "que se aparta, que se recluye". Vocablo japonés con el que se designa a aquellos individuos que voluntariamente abandonan la vida social, llegando a menudo a alcanzar grados extremos de aislamiento y confinamiento.)

Narra la historia de un hikikomori, 10 años viviendo solo, sin mirar tv, leyendo, sin mirar a nadie a los ojos. Una existencia placida y confortable que se ve truncada por un terremoto (de los tantos que hay), suceso donde por ¿accidente? mira a los ojos a la habitual repartidora de pizzas (hombre sumamente ordenado y apegado a la monotonía) que le lleva de comer todos sábados.

De narración más lenta, pero muy llamativa, es el que más me gustó de los tres a pesar del final y de lo poco que llega a mostrar en general, creo que es un trabajo muy bien realizado, al puro estilo del cortometraje hecho para contemplar, donde una sola escena puede valer mucho, además de que la fotografía es bonita. Buen trabajo de Bong Joon-ho, que se sirve de las aglomeraciones urbanas y la tensión social a través de monólogos y decisiones, y quien anteriormente me había dejado un buen sabor de boca con The Host (a pesar del largo epílogo).