domingo, 27 de diciembre de 2009

The Man Who Laughs


Director: Paul Leni
Paìs: E. U. A.
Año: 1928
Duraciòn: 110 min. aprox.


Drama romántico que narra la trágica historia de Gwynplaine, el hombre que ríe, una sonrisa falsa, llena de dolor y de sufrimiento. Teniendo como contexto el Siglo XVII, la Inglaterra de Bacón, Shakespeare, Newton, Milton, entre otros, y como ejecutante-causante una aristocracia pérfida.

La historia comienza con el rey Jaime II en escena, quien eliminaba a sus enemigos con la Dama de hierro. Un claro ejemplo es la muerte de Lord Clancharlie, torturado al doble: por el instrumento y al enterarse por las burlonas palabras del bufón Barkilphedro y del rey, de que su hijo había sido entregado a los compraniños (quienes eran conocidos y temidos por las deformaciones quirúrgicas que llevaban a cabo en los niños). Gwynplaine es este niño, quien por fortuna logra verse en libertad, no antes del proceso de deformación, escapando a través de un paraje tempestuoso, donde los únicos rostros humanos que pueden verse es el de los hombres colgados…
Extrañamente en este lugar es donde encuentra a una bebe, Dea, en brazos de su madre quien murió por la gélida tempestad. Gwynplaine continúa su camino, con la niña en brazos…

Es tan sólo el comienzo de esta estupenda adaptación de L´homme qui rit de Víctor Hugo, “estupenda” a pesar de omisiones que llega a hacer, casi toda la historia es fiel a la novela. Consiguiendo describir de manera adecuada la epopeya (como el mismo Víctor Hugo describió su obra) de Gwynplaine, desplegando con un ritmo aceptable, hasta cierto punto rápido, la ruptura del equilibrio: el momento en que se enteran que el hijo de aquel Lord, el heredero, vive, y que es Gwynplaine; así como el encarnar a los personajes clave, sin abocarse tanto a ellos, tales como:
Barkilphedro, bufón cruel y taimado, que tras la muerte del rey prospera gracias a las resoluciones que toma. Dea, la niña que rescató Gwynplaine, devota de él y ciega. Ursus el filósofo: dramaturgo que adopta a Gwynplaine y Dea. Les quiere mucho. Gwynplaine: el hombre que ríe, terriblemente acomplejado y nostálgico, incapaz de creerse merecedor del amor de Dea.
O ya en segundo término: Josiana, duquesa superflua y libertina, el perro fiel Homo, y la diferencia, el contraste entre la compañía de actores payasos que acompañan al protagonista + la miseria del pueblo (por ahí aparece una frase muy certera y bien conocida) y la sociedad aristócrata.

Las películas mudas pueden resultar cansinas para algunos, me ha pasado… sin embargo ésta no es el caso. Técnicamente sobre este punto puede mencionarse que es la incursión (un año antes de la primera película sonora) del sonido sincronizado con imágenes (campanas, bullicio, ladridos, y otros).
Además de que tiene una manipulación de cámara muy cómoda, los planos fijos que llegan a haber, una que otra toma en picada y algunos travelling, logran hacerla más dinámica.


Escenas que me gustaron mucho son como:

-Al principio, cuando el barco está a punto de zarpar. Muy bella.
-El panorama helado por el que atraviesa Gwynplaine.
-Cuando uno de los payasos le dice a Gwynplaine que es afortunado, pues él no tiene que desmaquillarse su sonrisa.


En cuanto a la actuación… es normal, la característica de estás películas, un lenguaje corporal hiper-marcado y exageradas expresiones faciales. Aquí puntualizo que me gustó mucho Gwynplaine, su sonrisa prácticamente todo el tiempo forzada, como contrastaba con su mirada triste, la manera en que ejecuto su personaje… y es que igual, Conrad Veidt es un actor fantástico, casi mítico para mí después de conocerlo en películas como Las manos de Orlac, El gabinete del doctor Caligari, Figuras de cera, y posteriormente El ladrón de Bagdad y Nazi Agent (sí, me clave con este actor).

Recomendable, y también si tienen la oportunidad hay que leer el libro, es muy agradable.


Si no la han visto de preferencia no leer lo siguiente:

El final es completamente alterno al del libro… el cual es trágico, triste, crudo… devastador. Quizá lo más lógico sería que me desagradara eso, que no lo haya respetado… pero… me parece una buena opción, que si bien no deja ser un poco chocante, aquel toque de esperanza le cayó bien.


Datos extra:
Mientras buscaba la portada en la red, leí (casi en todos lados lo ponen) que la imagen del Joker de Batman está inspirado en la apariencia física de este protagonista de sonrisa eterna.

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