The ABCs of Death 2

Directores: Varios

Guionistas: Varios

País: E.U.A. / Varios

Año: 2014

Duración: 124 min. aprox.

Género / Tópico: Terror - Fantástico / Cortometrajes

Sinopsis: Secuela de la antología de cortometrajes de terror realizados por 26 directores diferentes. Es bien sabido que la letra con sangre entra. Las 26 letras del abecedario son emparejadas de nuevo con los nombres más punteros del fantástico internacional, desde veteranos como Bill Plympton y Vincenzo Natali hasta promesas como las hermanas Soska. Esto da lugar a una serie de cápsulas sanguinarias con un elemento en común: la muerte.

El ABC de la Muerte tiene por iniciativa ofrecer una apología a prácticamente la única constante del cine de terror, ya sea éste fantástico, dramático, de suspenso o cómico: la muerte. En el 2012 en el Festival de Cine de Toronto se estrena The ABC of death, producida por Ant Timpson y Tim League, a través de Drafthouse Films. Para algunos más allá del resultado final, como antología, es un interesante planteamiento, para otros una censurable y tortuosa propuesta, no sólo irregular, sino aburrida y de mal gusto. Opiniones encontradas, lo cierto es que el público al que va dirigido el ABC de la muerte es bastante claro: fanáticos y degustadores del terror en todas sus formas, si no eres de estos, NO es recomendables te acerques a ella. Para quienes lo somos… es como un mal viaje que no podemos evitar realizar.

¿Qué hace tan atractivo al ABC de la Muerte? El concepto y la envoltura del proyecto, hablamos de 26 cortometrajes realizados por 26 directores y guionistas –unos más, otros menos– propios del género del terror, a quienes ofreciendo total libertad creativa se les ha otorgado de forma aleatoria una de las 26 letras del alfabeto, la cual debe ligarse a una palabra y ésta a la muerte. Un proyecto que presagia un festín de sangre y horror, de suspenso y risas, al contemplar el abanico de posibilidades, de nombres y la diversidad cultural y variabilidad de estilos que conlleva. ¡SIN EMBARGO! Será que están sujetos a un presupuesto ínfimo de 5 mil dólares (suena a pretexto) o bien, la falta de compromiso y su despreocupación por defraudarnos, que pudiendo lograr una expresión más de su talento sólo se dedican a “cumplir con la entrega” (no todos pero si la mayoría), derivando en insulsos cortometrajes que no sólo fustigan el optimismo del espectador sino que amenazan con malograr aquellos y contados cortos que sí consiguen transmitir el objetivo.

Pero aquí estamos, decepcionados y agotados. Morbosos, impacientes por ver el corto de aquel director que nos gustó en X película. Si hay un ABC de la muerte parte 3 ojalá exista una supervisión, tal vez algún sistema de curaduría (y vaya que odio esa palabra) aunque signifique ofender a alguno de los directores. Porque… sería lindo ver brillar este proyecto, bonito, ambicioso y arriesgado… tan solo presentar 26 segmentos juntos lo es, ahora sumado al hilo conductor: alfabeto y muerte, más, éste se estira tanto que parece reventar en cualquier momento, y, no olvidemos la incapacidad de disfrutar cada entrega de forma independiente y la obligación del espectador por resetearse cada 5 minutos. Es… difícil.

Cabe mencionar y desconozco la razón, esta segunda parte tuvo bajas. Dos de los más esperados eran Sion Sono (Suicide club, Why don't you play in hell?) y Alex de la Iglesia (El día de la bestia, Balada triste de trompeta), al final no se contó con ellos, otro fue Marcus Dunstan (The collector). Así mismo en cuanto a duración ahora hay homogeneidad (eso es muy bueno).

¡En fin! Todo es una cuestión de gustos, he escuchado para una persona su peor corto es el mejor para otra… yo sólo comentaré un poco de cada uno, de su director y destacaré los que a mí me agradaron más. 

Empecemos:

A is for Amateur. Dirigido por E. L. Katz.

Ideal apertura, humorística y absurda, sin caer en los excesos. La historia de un asesino a sueldo con mucha confianza en sí, aunque no muy calificado para su próximo golpe: el asesinato del líder de una banda de narcotraficantes. 

Entrega ligera y aceptable por parte Katz, cineasta que debutaba en el 2013 con Cheap Thrills, una retorcida comedia negra del cine independiente. 

B is for Badger. Dirigido por Julian Barratt.

Falso documental sobre la desaparición de los tejones a causa de un complejo nuclear. Lo que no saben ni el reportero ni su equipo de grabación es que estos animales no están realmente desaparecidos.

Simplón y sin mucha gracia pasa el segmento de Barratt, un actor y escritor de comedias, mejor conocido por su papel como Howard Moon en la Serie cómica The Mighty Boosh.

C is for Capital Punishment. Dirigido por Julian Gilbey.

John (Jack) Ketch es un verdugo recordado en el folclor inglés por su sadismo. Gilbey (director del thriller de supervivencia A Lonely Place to Die) se inspira en una anécdota donde Ketch, en contra de lo esperado: un golpe limpio, asesto 7 hachazos para decapitar a un hombre. Salvo en esta parte nada tiene que ver el segmento de Gilbey, ambientado en un pueblo costumbrista sigue los pasos de un grupo de personas decididas a tomar justicia por su mano. 

Con ironía, humor negro y poca originalidad pasa la letra C.

D is for Deloused. Dirigido por Robert Morgan.

¡Vaya! Aquí es donde sonrío después de tener una expresión muy seria al momento. Morgan es uno de los nombres del menú del ABC que más deseaba ver y no me ha defraudado. Inspirado –usual en él– en el recuerdo de una de las pesadillas que de pequeño le aterrorizaban durante sus episodios febriles, presenta una historia de codicia –la muerte es codiciosa– y venganza, cuando un hombre ejecutado acepta la propuesta de una demoniaca entidad. 

Perturbadora animación en stopmotion, muy apegada a su estilo surrealista de terror fantástico. Otros cortometrajes recomendables de Morgan son The Cat with Hands (2001) y Bobby Yeah (2011).

E is for Equilibrium. Dirigido por Alejandro Brugués. 

Deslucida entrega del cubano Alejandro, director de la efectiva comedia de zombis Juan de los muertos. En esta ocasión nos trae lo que fácil podría ser el comercial publicitario de una marca de refresco, cuando la amistad de dos náufragos en el caribe es puesta a prueba con la llegada de una hermosa chica. Realmente esperaba un humor más creativo y desvergonzado. Con indiferencia pasa la E.

F is for Falling. Dirigido por Aharon Keshales y Navot Papushado.

Rodado en hebrero, los cineastas israelís conociendo la tendencia del ABC de la Muerte, prefieren evadir el humor y el alborozo sangriento de sus compañeros, enfocando su genio a una cuestión más sociopolítica, como lo es la tensión entre palestinos e israelís. 

Habiendo visto Big bad wolves y Rabies, esperaba mucho más del trabajo de este par de directores, génesis del thriller de terror israelí. Por desgracia creo hay malas decisiones que entorpecen el dramatismo del corto, como la música y propiamente el suceso con el rifle, haciendo de una muerte trágica un evento chusco. Fallido.

G is for Grandad. Dirigido por Jim Hosking.

Hosking, autor del corto más repugnante para muchos (delicados que son), es un cortometrista casi desconocido que en el 2016 debutará con el largometraje The Greasy Strangler.

G is for Grandad apuesta por una imagen repulsiva para ganarse nuestro gusto/disgusto, importándole poco ofrecer algo creativo. Lo que es claro, es que seguramente se divirtió rodándolo (además no es ni tan repulsivo). Va sobre un anciano quien ha perdido la paciencia para con su grosero nieto, a quien alberga desde hace tiempo. Sin gracia pero con un ligero arqueo de cejas pasa la G.

H is for Head Games. Dirigido por Bill Plympton.

Animación al puro estilo Plympton. Un corto del que se esperaba mucho y ofrece poco. Me parece de sus trabajos más simples y vanos. Decepcionante, más aún si pienso en que cualquier otro de sus cortos (con la misma duración y hasta menor) son mejores e incluyen una muerte. Éste, un beso que derivará en una batalla. Animación meramente contemplativa que nada nos cuenta.

I is for Invincible. Dirigido por Erik Matti.

Del director Filipino de Tiktik: the aswang chronicles y On the Job. Unos nietos esperan y se esfuerzan por la muerte de su abuela para ser heredados. Excesivo busca ganar nuestra simpatía deleitándose en secuencias humorísticas de violencia. Pobremente argumentativo como la mayoría de los cortos de esta antología. No he visto Tiktik pero si On the Job y esperaba un poquito más de seriedad. 

J is for Jesus. Dirigido por Dennison Ramalho.

Crítica al horror que la iglesia, de manera irracional y prejuiciosa ha sembrado en sus fieles. Cuando un hombre al descubrir la homosexualidad de su hijo decide secuestrarlo y exorcizar aquel demonio que ha trastornado la mente de su hijo, degradándolo a un sodomita.

Cruento y bestial, dentro de la carrera de Dennison una obra menor pero como parte del ABC de la muerte, uno de los mejores y más audaces cortos, a pesar de lucir bastante depurado. Típico en Dennison, la blasfemia y brutalidad. Sugiero encarecidamente su cortometraje Ninjas.

K is for Knell. Dirigido por Kristina Buozyte y Bruno Samper.

Es insondable el secreto cósmico que se cierne sobre la nadería humana, tema recurrente en la ciencia ficción donde el paso de un meteorito o la presencia de una entidad o transmisión de naturaleza extraterrestre es capaz de desestabilizar el mundo, transformando a sus habitantes y arrojándolos a toda clase de impulsos. Los lituanos Buozyte y Samper conocidos por el neurológico filme de ciencia ficción Vanishing Waves se nutren de esta premisa para la realización de su segmento. El resultado posee calidad pero es ambiguo, incapaz de generar realmente una historia, más propio del trailer de una película que a un corto en sí.

L is for Legacy. Dirigido por Lancelot Oduwa Imasuen.

El peor segmento. No sé qué pensaba el nigeriano Lancelot, bien podía recrear cualquier mito del folclor africano, recurrir a su al cine de acción altamente influenciado en las películas de pandillas occidentales, o hasta en su risible encanto con Van Damme… ¡pero no! Tenía que realizar el corto más cutre de todos, para hacer de un sacrificio ritual la masacre de una tribu a manos de una irrisoria criatura.

M is for Masticate. Dirigido por Robert Boocheck.

Tanto en la parte 1 como en la 2 del ABC de la Muerte hay una convocatoria abierta al público en general, se anuncia la letra y los cortometrajes son enviados. M is for Masticate fue el ganador. Una carrera en cámara lenta de un gordo caníbal en calzones. Sin ser brillante, es simpático cuando nos enteramos del porqué de sus instintos.

Una buena oportunidad para Boocheck  y su colectivo Tomorrow’s Brightest Minds, diseñadores publicitarios que ya aspiran a la financiación y realización de largometrajes propios.

N is for Nexus. Dirigido por Larry Fessenden.

Larry, quien tuvo su mejor versión con Habit, película de vampiros de 1996, basa su cortometraje en el “nexo” que tienen algunas personas para verse involucradas en el mismo accidente. Un inesperado día de Halloween para nuestros personajes.

Ah… predecible una vez puesto en marcha, pero con un comienzo atractivo y el plus de Aurelio Voltaire, es… realmente un cameo, pero pone de buenas verlo.

O is for Ochlocracy. Dirigido por Hajime Ohata.

Por el cargo de asesinato una mujer es condenada a muerte en un tribunal zombi.

Pese a que la idea comienza a resultar gastada (zombis regresando a la “normalidad” mediante el uso de fármacos) no está mal. Aceptable entrega de Hajime, Por el recuerdo de su mediometraje de Serie B de monstruos mutantes Henge esperaba algo peor. Además de que, enriquece nuestro vocabulario: a que no sabías que existía la palabra “oclocracia”.

P is for P-P-P-P SCARY! Dirigido por Todd Rohal.

Chocante e insípido homenaje al Slapstick de los años 40, protagonizado por tres presidiarios prófugos en medio de la oscuridad que nos recuerdan a Los Tres Chiflados de 1930. Patético y anticuado, no sé podía esperar otra cosa de Rohal.

Q is for Questionnaire. Dirigido por Rodney Ascher.

Aceptable entrega de Ascher, conocido por su documental Habitación 237 en donde aborda desde perspectivas varias El Resplandor de Stanley Kubrick. Aquí, con humor cuenta las consecuencias que puede traer el responder satisfactoriamente un inofensivo test en la calle.

R is for Roulette. Dirigido por Marvin Kren.

Una de las mejores propuestas de la antología. Concisa, hasta cierto punto predecible pero bien desarrollada, el momento en que dos hombres y una mujer juegan a la ruleta rusa en un sótano. 

Sin presunciones ni sorpresas el director del filme zombi alemán, Rammbock: Berlin Undead, es capaz de despertar la expectación que segmentos predecesores nos habían estropeado.

S is for Split. Dirigido por Juan Martinez Moreno.

Lejos de la comedia de terror que le benefició en Lobos de Arga, Martínez recurre al Thriller. Con un buen uso de la multicámara, obtiene un segmento de intriga y violencia en donde las cosas son más de lo que parece cuando un asesino ingresa al domicilio de una mujer mientras su marido en Francia es consciente del allanamiento en toda su dimensión. Muy bueno.

T is for Torture Porn. Dirigido por Jen and Sylvia Soska.

Una obra menor de las hermanas Soska, quienes tuvieron su mejor exponente en American Mary, y ese mismo 2014 estrenaron el slasher See No Evil 2. 

Sobra hablar de insustancialidad, cuántas cosas no lo son en esta antología, el problema del segmento me parece se debe a que es muy apresurado. Se pierde el potencial gamberro de las hermanas Soska, y lo que pudo ser un enfermizo y grotesco casting porno hardcore no fue otra cosa sino una muestra de lo más cutre de su fascinación por los tentáculos.

U is for Utopia. Dirigido por Vincenzo Natali.

Otro de los que deseaba tanto ver. Con suma elegancia la exhibición de una sociedad perfecta que condena a los subnormales (físicamente) con la muerte. Contraste notable entre la fotografía y la mala calidad del CGI.

Al igual que Knell una idea “interesante” que como cortometraje no funciona. Hubiese preferido un tributo a Cube, la ciencia ficción biológica de Splice, lo sobrenatural de Haunter o un concepto como el de Darknet, a está sofisticación futurista. La letra U pasa con indiferencia.

V is for Vacation. Dirigido por Jerome Sable.

Atractivo corto del director de la comedia musical de terror slasher Stage Fright. Un found-footage que usa como medio la videollamada de una chica a su novio para mostrarnos lo salvaje que pueden ser las vacaciones cuando un par de amigos agregan a su diversión alcohol, drogas y prostitutas. Jerome, de quien esperaba un musical refresca con algo totalmente diferente. Buena entrega de su parte.

W is for Wish. Dirigido por Steven Kostanski.

¡Cuidado con lo que deseas! Desde el universo Manborg, Kostanski se divierte produciendo un corto delirante que se regodea en la pobreza de sus recursos y en lo retorcido de su discurso con humor hasta cierto punto sucio y depravado (totalmente evidenciado en su final), cuando dos niños desean ser parte de una de las aventuras de sus figuras de acción. Por otra parte, W is for Wish cuenta con el cameo de las hermanas Soska.

Kostanski es parte del colectivo (y productora) canadiense Astron-6. Compañía decida en hacer suyo de la mejor manera el cine de Serie B o Z…: o sea, grotesca e incorrectamente moral. Un filme de esta ralea que recomiendo es Father's Day. 

X is for Xylophone. Dirigido por Julien Maury and Alexandre Bustillo.

Esperaba mucho de los realizadores de À l'intérieur, Livide y Aux yeux des vivants. No obstante a su sabido gusto por el gore y la inclusión de su mítica actriz Béatrice Dalle… el resultado es bastante apático. Cuenta con una escena un poquito atroz que pudo haber sido muy atroz, pero la falta de sugestión la enfrío por completo. Muy desaprovechada.

Y is for Youth. Dirigido por Soichi Umezawa.

Una oportunidad más que brinda el ABC de la muerte a quienes no son directores. Umezawa más habituado a trabajar en el departamento de maquillaje y efectos especiales dirige un corto acerca de una adolescente, fastidiada del abuso por parte de sus padres imagina mil formas de vengarse de ellos. 

Humm… la verdad no sé que escribir. Me ha dejado bastante indiferente. Es una desgracia porque creo que los directores japoneses de terror tienen ideas sumamente alucinantes que mostrar, y eso no se ha visto en el ABC.

Z is for Zygote. Dirigido por Chris Nash. 

Otra oportunidad y muy bien aprovechada por Nash, quien había concursado en la primera antología con T Is for Thread, perdió en aquel entonces ante Lee Hardcastle, sin embargo, se hizo de un lugar en esta segunda parte. 

Un tanto… curioso que los mejores resultados llegan a venir de los menos experimentados y de quienes no se exigía nada. Z is for Zygote es por mucho el mejor cortometraje del ABC, inquietante, perturbador, ligeramente surrealista, de estupenda factura técnica (considerando su presupuesto) y el único que realmente propone una historia con pies y cabeza, nada de elegir la vía fácil y hacer de la muerte el tema principal (de hecho es a lo que estos cortos nos han acostumbrado, sentarnos y esperar como muere el personaje). Vamos, que el hecho de ser un cortometraje en lo absoluto es un impedimento para entregar formalmente una historia.

Z is for Zygote es una macabra alegoría de la fecundación con una doble lectura moral y humor negro. Escribo algo más y te arruino el argumento.

España, E.U.A, Filipinas, Francia, Lituania, Japón, Canadá, Israel, Brasil, Cuba, Nigeria e Inglaterra. Todo un repertorio de nacionalidades en este catálogo de directores. Imposible me es decir cuál es peor o mejor, según se vea… si la primera antología o está.

Mi sugerencia, si te va el formato y está onda de los 26 directores, adelante. Sólo tal vez no te quieras torturar y decides verlos en un par de sesiones al menos. 

Mi favorito: Z

Segundo puesto: D

Otros que valen la pena: J, K, R, S, V, W… y más que nada por el mérito de ser un inicio decente: A.

Los peores: L y P

Recién me doy cuenta… en ambas antologías he terminado rescatando 8 cortos de los 26... 

Si quieres checar la entrada de la primera parte click acá.

Si quieres descargar esta segunda parte puedes hacerlo desde este torrent.

Con menor calidad y por separado seguro encuentras algunos en vimeo o en youtube.