Las vidas posibles de Mr. Nobody
Director: Jaco Van Dormael
Guionista: Jaco Van Dormael
País: Bélgica
Año: 2009
Duración: 133 min. aprox.
Género: Ciencia Ficción - Drama - Romance
Sinopsis: En el año de 2092, Nemo Nobody es el último ser humano mortal de la Tierra y vive rodeado de hombres que han alcanzado la inmortalidad gracias a increíbles avances científicos. Cuando Nemo se encuentra en su lecho de muerte, recuerda varias posibles existencias.
Reparto / Personajes
Jared Leto es Nemo (adulto y anciano)
Toby Regbo es Nemo (a los 15 años)
Thomas Byrne es Nemo (a los 9 años)
Rhys Ifans es el papá de Nemo
Natasha Little es la mamá de Nemo
Diane Kruger es Anna (adulta)
Juno Temple es Anna (a los 15 años)
Laura Brumagne es Anna (a los 9 años)
Sarah Polley es Elise (adulta)
Clare Stone es Elise (a los 15 años)
Léa Thonus es Elise (a los 9 años)
Linh Dan Pham es Jean (adulta)
Audrey Giacomini es Jean (a los 15 años)
Anaïs Van Belle es Jean (a los 9 años)
Entre otros
Es el año 2092 y el último ser humano mortal recuerda su pasado y las vidas que pudo haber vivido. Tercera película de Jaco Van Dormael, un excelente director y guionista belga quien hasta el 2009 sólo llevaba 3 largometrajes en 29 años como cineasta, de los cuales su debut con Toto le héros (1991) le dio un gran éxito y premios en el Festival de Cannes y los Premios Cesar, entre otros, con Le huitième jour (1996) lo mismo. Por su parte Mr. Nobody fue premiada en el Festival de Sitges, Venecia y los European Film Awards. ¿Qué nos ofrece? Retomando la idea tratada en su cortometraje È pericoloso sporgersi (1985), una película romántica con un corazón que yace debajo de un desordenado, aunque de impresionante diseño exterior.
En Mr. Nobody podamos tomar como referente una escena que si bien no es el punto de partida –para éste deberíamos remitirnos al origen mismo del universo, y más allá– si el nexo de un sinfín de directrices, donde Nemo Nobody a los 9 años acompaña a sus padres recién divorciados a la estación de trenes, momento en el que debe decidir si viajar con su madre a Norteamérica o permanecer con su padre en Inglaterra, una decisión capaz de alterar dramáticamente el curso de su vida. Exactamente es el ¿qué habría pasado si hubiera…? Y en esta ocasión el hubiera sí existe.
A pesar de que la infancia de Nemo es importante, de hecho en ella conoció a sus tres amores y es la constitución que tiene cuando sólo existía en los planes de Dios y no existía en el mundo, el filme se centra en sus versiones adolescentes interpretadas por Toby Regbo (hermoso) y adultas, por Jared Leto (aún más hermoso), todos ellos el resultado de una suma de posibilidades logradas a partir de la decisión tomada a los 9 años, aunque no tenemos tan claro cuál de éstas le llevó a la edad de 118 años, que es desde donde se nos está narrando la historia. Siendo así los hilos que dieron forma a la vida de Nemo: Anna, su único y verdadero amor, aunque el destino se oponga constantemente en éste y otros universos, Elise, su vulnerable esposa con serios problemas de depresión e histeria, y Jean, con menor relevancia, una esposa a la que no ama y es participe en su vida aparentemente “perfecta”.
Sí, por supuesto, el hubiera no existe más allá que como un tiempo verbal y como la expresión viva del fracaso… “me hubiera levantado temprano”, “le hubiera dicho que me gusta”, “le hubiera llamado", "me hubiera quedado”, etc. El hubiera no existe pero ¿y si sí?
No considero Mr. Nobody sea innecesariamente compleja, al contrario, esos atisbos de complejidad me parecen estupendos e ideales para montar una concepción antagónica, esto es: si hay ángeles hay Dios (en el filme, todos antes de nacer conocemos el pasado y futuro en sus infinitas posibilidades según decidamos virar a la izquierda o derecha, por dar un ejemplo, hasta que el ángel del olvido toca nuestros labios y venimos al mundo… asumiendo un déjà vu no como que recuerdas que ya habías hecho algo sino como que olvidaste que sabías qué iba a suceder cuando hicieras ese algo) y, además de esa cuestión teológica como temática, podemos observar su emparejamiento con la Ciencia que nos remite al entendimiento de la realidad a través de la física teórica y la cosmología con la teoría de cuerdas, y el big bang y big crunch vistos como un bucle, o sea… un universo oscilante... aunque éste no se ajuste del todo a la teoría general de la relatividad. ¡En fin! Éste es el trasfondo de la cotidianidad romántica del filme, a mi gusto sí con ambición, no con pretensión.
Estamos ante un conjunto de piezas de cuidada factura, en donde cada aspecto resulta excepcional, desde la fotografía hasta el uso del CGI, la música (a cargo del hermano del director, Pierre van Dormael, músico de profesión y colaborador en todas sus películas), dirección e interpretaciones; el peso de la actuación es sostenida por Regbo y Leto (quien con un estupendo maquillaje también funge de anciano)… en cuanto a las chicas, bellísima Juno Temple como el personaje femenino principal. Y… aunque haya elementos que nos recuerden a otras películas: el amor en Los amantes del círculo polar (1998) de Medem, el hubiera en Sliding Doors (1998) de Howitt y la dicotomía en Big Fish (2003) de Tim Burton, creo consigue un resultado muy singular y propio, inteligente y emocional.
Frases
Dicen que si respiras lento el tiempo también transcurrirá lento
¿Por qué podía recordar el pasado pero no el futuro?
Si vivimos en un mundo de dimensiones entretejidas ¿cómo reconocemos la ilusión de la realidad?
Mientras no escojas todo sigue siendo posible
Prométeme que si muero tirarás mis cenizas en marte
—Ya no puedo continuar. Si me quedo, terminarás hundiéndote conmigo
—Aprenderé a nadar
—Ya no puedo continuar. Si me quedo, terminarás hundiéndote conmigo
—Aprenderé a nadar
Un relato acerca del azar, la elección y el potencial de cada persona para influir en el curso de su vida.
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