Guionista: Ikuko Takahashi (Novela: George Akiyama)
País: Japón
Año: 2012
Duración: 75 min. aprox.
Sitio
Género: Animación - Drama - Acción / Siglo XV
Sinopsis: Una serie de desastres naturales azotan Kioto en mitad del siglo XV. Es entonces cuando Asura cae en el mundo.
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.- Sidhartha Gautama.
En 1464 iniciaba el período Sengoku con la guerra de Ōnin en Japón, producto de la ambición de la familia del shōgun Yoshimasa por poseer el título. Trayendo consigo el final de la bonanza imperial y el inicio de una década de desolación y hambre, agravada por el impredecible carácter de la naturaleza, lluvia y tempestades que arrebataban a los aldeanos lo poco que habían logrado construir.
No odies, odiar te convierte en monstruo
Dentro de este contexto George Akiyama introduce a Asura, un niño sin nombre nacido en el seno de la miseria y abandonado por su madre ante la posibilidad de, orillada por el hambre, devorarlo.
Este pequeño pudo haber tenido un futuro brillante, de aventuras y diversión como el Mowgli de Kipling, pero aquí no había una familia de lobos que le diese ese sentido de pertenencia, ni un Baloo que le instruyese en la vida o una Bagheera que cual centinela velase su sueño. En lo absoluto, es la historia de una criatura que aprendió a sobrevivir imitando a las bestias, carroñero, errante solitario, desalmado caníbal sin… sentimientos. Pero un humano jamás podría ser un animal, su naturaleza es otra, indefinida quizá pero compleja, capaz de conocer la culpa y el anhelo. Bajo esta circunstancia nuestro pequeño sufre el encuentro con un monje, quien lo bautiza como Asura (símil a los semidioses, titanes budistas cautivos de la ira). Asura jamás podría adivinar el impacto que esto llevaría en su vida. Lo que este monje haría en él: regar la semilla del razonamiento, despertar su humanidad que más tarde sería abrazada por la calidez desinteresada y compasiva de una mujer. ¡Sin embargo! Oh, flagelos de la vida, a veces los celos nos traicionan, nos pierden irracionalmente y nos damos cuenta demasiado tarde.
Asura es una fabula japonesa en una animación “hibrida” que nos ilustra uno de los tantos mensajes que llegó a decir Gautama, Buda, el camino hacia la inmortalidad es la reflexión y la falta de ella no conducirá a otro lado más que a la muerte. El odio nos ciega, nos vuelve irracionales, nos mata, y, la única forma de aliviar el odio es el amor.
La animación, este experimento hibrido quizá no esté muy logrado, pero resulta agradable (en mi caso) esos trazos. Ese aspecto diferente al de pronto fastidioso 3D. La música si es un punto a favor, aportando un sentido casi onírico y orquestal.
De naturaleza humana, crueldad y esperanza. Sin sorprender como tal y obviamente sin darnos una lección de vida, no, porque para nada es la intención, esta película en un metraje más o menos breve de poco más de una hora que me terminó gustando.
Si la quieres descargar te sugiero este enlace: Asura.
¡Ah! Por cierto, no pongo trailer porque es muy revelador, es un gran spoiler.
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