Cinerama [V.D.]: Tragedy Girls

Director: Tyler MacIntyre
Guionistas: Chris Lee Hill, Tyler MacIntyre y Justin Olson
País: E.U.A.
Año: 2017
Duración: 90 min. aprox.
Trailer (¡Muy revelador! No lo veas.)

Género / Tópico: Comedia - Terror / Slasher

Sinopsis: Sadie y McKayla están tan obsesionadas con las redes sociales que han decidido urdir un macabro plan: secuestrar a Lowell, un asesino en serie, para que las adiestre en el arte del horror y poder, así, petarlo en internet. Al principio, todo va según previsto, pero cuando las cosas se tuerzan y Lowell quede libre, a las autodenominadas “chicas trágicas” no les quedará más remedio que reconsiderar su plan.

Reparto / Personajes

Alexandra Shipp es McKayla Hooper

Brianna Hildebrand es Sadie Cunningham

Jack Quaid es Jordan Welch

Kevin Durand es Lowell

Timothy V. Murphy es el sheriff

Craig Robinson es Big Al

Entre otros

NOTA: 6.9 / 10

(Ver escala de valoración)

Segundo largometraje de Tyler MacIntyre. Protagonizado por Alexandra Shipp, a quien recordarás como la joven Storm en X-Men: Apocalypse (2016), y Brianna Hildebrand, otra X-Men, Negasonic en Deadpool (2016). Premiada en el Festival de Cine de Horror de Brooklyn, el de Molins de Rei, y el Fright-Fest. En México fue estrenada en la Cineteca Nacional durante el Macabro Film Festival. Una simpática comedia adolescente de terror un poco más sustanciosa de lo que aparenta.

Me parece que, si en un momento el internet cambió el mundo, ahora, el mundo es quien ha cambiado el internet, lo ha emulado y succionado. El concepto de “ciberespacio” como una realidad artificial paralela a nuestra vida ha quedado relegado a la ciencia ficción. El ciberespacio no existe más, lo hemos devorado; y lo que alguna vez se pensó como una infraestructura de comunicación y libertad de expresión ha sido reducida a “cámaras de eco” y participación sin compromiso. En donde cualquier crítica ideológica es superada por el espectáculo mediático. Tesis que el cine ha referenciado de manera más específica en los últimos años. Ejemplos son, el drama suizo Amateur Teens (2015) de Niklaus Hilber… Nerve (2016) de Joost y Schulman –ésta seguro si la conoces–; por supuesto, Nosedive (2016) en la serie Black Mirror… por mencionar algunos.

Con reminiscencias a clásicos como Heathers (1989) de Michael Lehmann, MacIntyre crea una historia de amistad en un mundo viciado por el hambre de reconocimiento a través de las redes sociales… Sadie y McKayla son dos sociópatas obsesionadas con los asesinos seriales, una afición inofensiva si se quedará en Youtube, Twitter y Tumblr. Pero… las redes sociales constantemente demandan material nuevo, una frase, una fotografía, un vídeo, etc., un vasto flujo de información en su mayoría superficial, grotesco y ridículo, compitiendo por posicionarse en la preferencia del anónimo ocioso. Así que, qué mejor forma para unificar su pasión por las redes sociales y el asesinato, que precisamente: convertirse en asesinas seriales. No sin ciertos tropiezos: es difícil triunfar en las redes sociales, y una vez conseguida la fama, es difícil mantener los pies sobre la tierra. Así mismo, nunca sabes cuando el asesino que has tenido secuestrado y maniatado se liberará y hará un poco más complicada tu vida.

MacIntyre consigue una propuesta sí, saturada de frivolidad, pero simpática y generadora de esos eventos sangrientos que tanto disfrutamos (desmembramientos, puñadas, y jocosas referencias a filmes como Destino Final, Holocausto Caníbal o Breaking Bad). E increíblemente, no es tan vacía, carente de cerebro u “originalidad”. Es “curioso” el enfoque de MacIntyre… su humor no es tan ingenioso y en ocasiones es bastante ñoño, pero por lo general funciona; y aunque el concepto está muy apegado a la farsa adolescente que hemos visto miles de veces: desde el pasillo de la secundaria hasta la coronación de los reyes del baile… la caracterización de sus protagonistas es “diferente” a lo que se pudiésemos esperar: una mezcla entre Nickelodeon y Disney Channel con Tarantino; y es que estas chicas son encantadoramente odiosas y mortales, y muy poco sexualizada (por lo general es lo contrario en este género), de hecho, más que un momento erótico, luce como una broma cuando McKayla decide hacer uso de su “seducción femenina”. Otro punto es el final, sin ser sorprendente, busca ser “diferente”.

Es ridículo exigir mayor mordacidad en su mensaje, así que no es algo que encuentre entre sus aspectos negativos, estos más bien van dirigidos a la falta de ritmo en su parte media, fácilmente podríamos reducirle su duración 10-20 minutos. También, pese al número de mutilaciones con que cuenta, carece de un momento épico y culminante.

Un filme fácilmente prescindible pero que si decides ver creo que no te molestará. En lo personal, agradezco está variedad en el género de adolescentes, motivo por el cual recordaré ver también su primera película y por qué no, seguir la carrera de este director. Y… si eres seguidor de series como Vikingos, The Strain o Mr. Robot, quizá te parece simpático reconocer brevemente a Kevin Durand y Craig Robinson.

Como dato extra, MacIntyre eligió los apellidos de sus protagonistas como un signo de aprecio hacia los directores de dos de sus filmes favoritos: Sean S. Cunningham, director de Friday the 13th (1980) y Tobe Hooper, director de The Texas Chain Saw Massacre (1974).