Director: Xavier Gens
Guionistas: Eron Sheean y Jesús Olmo (una novela de Sánchez Piñol)
País: España / Francia
Año: 2917
Duración: 101 min. aprox.
Trailer
Género / Tópico: Fantástico / Monstruos - Supervivencia
Sinopsis: En una isla perdida en medio del océano, dos hombres se defienden, noche tras noche, resguardados en un faro, del asedio de unas extrañas criaturas marinas. Sometidos a la extrema tensión, sin entender las razones del ataque, tendrán que replantearse cómo enfrentarse a lo desconocido.
Reparto / Personajes
David Oakes es Friend
Ray Stevenson es Gruner
Aura Garrido es Aneris
Entre otros
NOTA: 7.3 / 10
(Ver escala de valoración)
Nunca estamos infinitamente lejos de aquellos a quienes odiamos. Por la misma razón, pues, podríamos creer que nunca estaremos absolutamente cerca de aquellos a quienes amamos. Es la frase atribuida a Nietzsche con la que da inicio la nueva película de Xavier Gens, y también es la frase con la que inicia la novela homónima de Sánchez Piñol en la cual está basada. En ambos casos, una historia sobres los límites entre el ser humano y su entorno, su incapacidad de comunicación, la crueldad y el deseo. Un relato de supervivencia en donde la pérdida de humanidad es el costo para reencontrarse consigo mismo.
Hablar de Xavier Gens es hablar del en otrora, el "nuevo extremismo francés" o "la nueva ola de terror de cine francés", caracterizada por su decadencia sexual, brutal violencia y psicosis alienante… aunque más que hablar, es recordar, porque hace casi una década que dicha “ola” terminó, pero eso es otro tema. El hecho es que La Piel Fría redirige el cine de Gens, un poco empolvado, hasta aquí su última película era The Divide (2011). No sé cómo maneje su agenda porque además de una breve participación en la serie de Tv Crossing Lines y un corto en el ABC de la Muerte, no se le había visto; y este año no sólo tenemos La Piel Fría, también The Crucifixion, una película bastante floja de exorcismos.
Partiendo de un inicio epistolar –no soy muy adepto a este estilo– un ex integrante del Ejército Republicano Irlandés, nos narra (voz en off) su llegada a una isla con el fin de sustituir al meteorólogo en turno. Con desconcierto descubre que antecesor está desaparecido, y las únicas construcciones presentes son una vieja cabaña y el faro, donde vive su intratable cuidador. Sin embargo, al poco tiempo de instalarse y al caer la noche descubrirá que no están solos, extrañas criaturas procedentes del océano salen con el fin de devorar su carne. Sometido a tal amenaza, se verá forzado a convivir con el viejo cuidador del faro, el que para su sorpresa, cohabita con una de esas extrañas criaturas.
Una película muy diferente para la filmografía de Gens, en la que sí percibimos su sello, pero tanto el género como la narrativa y las formas se encausan hacia otra dirección. Puesto que La Piel Fría en gran medida puede definirse como un Cuento, puro y llano. Una fábula fantástica en donde la reflexión y el mensaje (moralmente correcto) están más que presentes, y no es que le falte acción y violencia (esos disparos revienta cabezas), destellos de misterio y sugerencias sexuales, pero están bastante matizados por el arco narrativo.
Reminiscencias hay muchas… literarias como H. P. Lovecraft, Robert L. Stevenson y Michel Tournier; y del cine como The Shape of Water (2017), Avatar (2009) y hasta Splice (2009); pero son sólo ecos. La verdadera esencia de La Piel Fría yace en la novela de Sánchez Piñol –es corta, hoy la empecé a leer y llevo la mitad–. Tanto sus guionistas como Gens buscan recrear sus páginas, que si hay cambios, obviamente los hay, pero es de apreciar el esfuerzo por recrear la ambientación, caracterización e incluso de sus diálogos (lo que escuchamos en voz en off son fragmentos exactos del libro). La elipsis del filme logra la sensación deseada de abandono y desesperanza, irónicamente de humanidad (el temor y aversión hacia su propia oscuridad es tal como el que sienten hacia la noche); así mismo del deterioro físico y mental de sus protagonistas; porque aunque las escenas de acción, sangre y oscuridad predominan, el peso del filme cae en el conflicto emocional. Otro punto a favor es la fotografía, haciendo lucir sus paisajes tan paradisíacos como de pesadilla.
Un filme correcto, pero desgraciadamente sin ser su culpa no del todo sobresaliente. Pasa que la misma estructura dibuja a sus personajes distantes, los vemos sufrir, pero eso poco nos genera. No los conocemos. También, la amenaza es permanente pero hay una ausencia notable de antagonismo, por ende decae… en esta rutina por sobrevivir en donde pensamos que… bueno, nada les pasará, otra noche, otra masacre. La elipsis que juega a favor, también lo hace en contra, ya que nos impide seguir la evolución no individual sino en sociedad, en conjunto, de los personajes y el morboso triángulo amoroso se disipa. Por último, el final, aceptable pero muy predecible.
Hace un rato use la palabra “redirigir” en referencia a que de nuevo Gens dirige, pero también al cambio de dirección. Pese a los elementos fantásticos y de aventura, de acción y sangre, La Piel Fría, ya lo dije, es diferente a su filmografía. No faltará quien diga “Xavier Gens volvió”… ¿a dónde?, ¿a dirigir?, sí, obvio. ¿Al terror y al cine fantástico? No lo sé… su siguiente película anunciada es Budapest y es una comedia, tal cual, sin dobles lecturas, que va sobre dos amigos y su agencia de despedidas de solteros… Ni hablar. Los años nos dirán si es sólo una pausa, o un ejemplo más de que esa "nueva ola de cine de terror francés" terminó hace mucho.
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