Cinerama [V.D.]: Toivon Tuolla Puolen

The Other Side of Hope
El Otro Lado de la Esperanza

Director: Aki Kaurismäki
Guionista: Aki Kaurismäki
País: Finlandia
Año: 2017
Duración: 98 min. aprox,
Trailer

Género / Tópico: Comedia - Drama / Comedia dramática - Inmigración

Sinopsis: Helsinki. El joven Khaled llega oculto en un barco de carga procedente de Siria. Su solicitud de asilo es rechazada, pero decide quedarse de todos modos. Mientras, un gris comercial llamado Wikström decide cambiar su vida y abrir un decadente restaurante. Sus caminos se cruzarán cuando una tarde Wikhström se encuentra a Khaled en la puerta de su restaurante.

Reparto / Personajes

Sherwan Haji es Khaled
Sakari Kuosmanen es Wikström
Ville Virtanen es Oikeussalin
Kati Outinen es Vaatekaupan
Tommi Korpela es Melartin
Niroz Haji es Miriam
Entre otros

NOTA: 7.1 / 10
(Ver escala de valoración)

Kaurismäki… Siempre que voy a ver una de sus películas me pregunto: ¿de verdad quieres verla? A veces me decido por no hacerlo. Esta es la séptima que veo de las veinticinco películas que ha dirigido. Sucede que el cine de Kaurismäki, quien se describe a sí mismo como un “cineasta anticuado” es… poco estimulante, y en efecto, es un director reacio al cambio. Si comparamos ésta su película, la más nueva, con alguna otra de sus películas de los 80s, encontraremos el mismo estilo, no solo narrativo, sino técnico, y ya que es muy probable que ésta sea la única película de Kaurismäki en este blog. Más abajo enlisto dichas características que encontrarás tanto en ésta como en el resto de sus películas.

El otro lado de la esperanza presenta un puñado de personajes pueriles y anodinos, que en algún momento terminaran conectados debido a nuestro protagonista Khaled, un refugiado sirio que ha escapado de la violencia de Alepo (su ciudad natal) y ha llegado accidentalmente a Finlandia escondido en un carguero de carbón. La primera imagen que vemos de él es emergiendo del carbón, con el rostro cubierto de hollín cual mimo extraviado, para posteriormente, verle en una celda previo a ser entrevistado por unos funcionarios de inmigración, estos terminan dictaminando la deportación –en la vida real, una problemática presente en lo últimos años en Suecia y Finlandia, donde los migrantes como Khaled, antes de ser expulsados prefieren escapar a las calles.– Khaled huye, pero no todo es oscuridad, y encontrará ese otro lado de la esperanza, gracias a la extraña solidaridad del resto de los personajes, un iraquí, y cuatro finlandeses (el personal del restaurante y su nuevo jefe, un comerciante que cierto día decidió apostar su futuro en un juego de póker).

Si bien las intenciones de Kaurismäki son buenas: ofrecer una visión humana, diversas problemáticas sociales (esta crisis migratoria que vive Europa y principalmente la indiferencia e incluso prejuicios y actos de violencia hacia los migrantes) y un mensaje de solidaridad (pese al dramatismo y fatalismo, Khaled encuentra signos de solidaridad y ayuda); el formato, las formas de lenguaje cinematográfico y su narrativa hacen difícil su visionado; y con todo y que es una “comedia”, es difícil que sonriamos ante su humor tan socarrón y simple. Esto… le resta mucho a su discurso. Por último, otro aspecto que hace difícil su visionado y que a muchos repelerá –a mí me entretiene pero a ratos si me siento harto– es su lenguaje cinematográfico y la calidad tan hermética de su actuación.

Te hablaba de las características en común en toda su filmografía. Todas sus películas son así:

El género predominante es la comedia absurda. Todas sus películas son una comedia absurda. En alguna medida introduce el romance, el cine noir o el melodrama, pero… realmente no importa, porque estos géneros siempre estarán a servicio de lo absurdo. No sé si sea parte del “humor finés”. Así como el “humor sueco” de Roy Andersson (el cual no me sienta bien).
El tema que aborda en sus películas. El otro lado de la esperanza (2017) y El Havre (2011) son las dos primeras películas de su trilogía sobre la crisis migratoria europea. Por ahí tiene otra trilogía sobe la realidad social de Finlandia y otra sobre el proletariado.
La extravagancia de sus personajes. Sumamente empecinados en algo, aunque en ello se lleven la vida. También, bastantes… inocentes.
El hieratismo exagerado de sus personajes. Pocas veces he visto diálogos tan lacónicos. Silencios tan presentes. Algunas personas ven en esta inexpresividad una falla actoral. Porque no existe naturalidad en ellos y sus acciones están muy anunciadas, muy programadas y rígidas. Sumamente teatrales y anticuadas.
La fotografía y el lenguaje cinematográfico. ¿Conoces al pintor Edward Hopper, de la Escuela Ashcan? Si no, chécalo en google imágenes, verás muchos ejemplos. Kaurismäki tiene un aprecio enorme por ese denominado “Realismo norteamericano”, y, cómo no le gusta el cambio, todas sus películas poseen la misma paleta lumínica y de colores, tipo de escenografía y utilería barata, así como planos que buscan acercarnos al arte de Hooper. Ayudado ello por la fotografía de Timo Salminen, quien ha estado presente en todas sus películas desde 1981. Si se muere antes que Kaurismäki, tal vez deje de hacer películas.
La música diegética de su filmografía, siempre presente. La música extradiégetica es aquella que sucede a la par de los acontecimientos, la banda sonora de una película por ejemplo. La diegética es el acto musical como tal. A Kaurismäki le encanta dedicar minutos y minutos y minutos a esos músicos fantásticos pero olvidados. Blues, rock, folk, artistas callejeros o confinados a algún bar.

¿Recomendable? ¡Uff! No lo sé. Aunque suene interesante no lo es tanto. Supongo que si te consideras un cinéfilo en todas sus vertientes deberías experimentar este cine, ya sea con éste o con cualquiera de sus otros filmes (aunque te aburras y lo odies). Es un cine muy particular, bastante apreciado en los festivales de cine, siempre se lleva premios. Entre otros, con ésta película obtuvo en el Festival Internacional de Cine de Berlín el premio a Mejor Director.