País: España
Año: 1973
Duración: 95 min. aprox.
Trailer
Género: Aventuras - Terror // Serie B - Vudú - Zombi
Ésta es la segunda película que veo de Ossorio y puedo decir que muy inferior a La noche del terror ciego, ¿será porque claramente el presupuesto es menor? No lo sé, pero a pesar de esto y de tener un argumento en sí muy débil, tiene su destello de genialidad al inicio y mientras avanza vemos una mezcla de tópicos inconexos pero que le dan cierto aire de “misticismo” y aventura a la película. También, se consolida ese elemento que empezaba a hacerse más presente en las películas: el carácter sexual por demás sobrado. Si en Ni el mar ni la arena ya teníamos una escena de sexo, romántica, acá tenemos igual una escena de sexo pero más en un plan de deseo, así mismo varios desnudos gratuitos, algunos justificados con el ritual africano y otro sin justificación alguna, y bueno, las actrices andan de aquí a allá a medio vestir… y cuando son zombis-vampiros retozando por la “jungla” en conjuntitos de leopardo. ¡Pero en fin! ¿De qué va?
En cierta localidad africana, en un jungla, los nativos disfrutaban practicando ritos perversos y sádicos en contra de la colonización europea y sus buenas enseñanzas religiosas. Es como abordamos el filme, una mujer blanca atada, desnudada a latigazos y posteriormente decapitada en medio de un constante tamborileo y danzas, hasta que un grupo de europeos aparece y decide exterminarlos a bala de fusil. Así estos ritos se extinguieron, sin embargo, el lugar quedó maldito y se rumorea que por las noches se dejan escuchar los tambores que anuncian la presencia de los muertos vivos, resurgidos para continuar con sus oscuras y sangrientas prácticas. También, que las mujeres sacrificadas sufrían un transformismo en leopardos, siendo así felinos de día para ser “reinas” de noche.
Eso es el inicio introductorio, en el “presente” una expedición de investigadores llega a está jungla** llena de mitos para documentar y con suerte hallar la causa de la desaparición de elefantes en la zona. Más… no hay mucho (y creo que la suma de senos al aire supera al tiempo de acción y “terror”), estos investigadores como todo europeo de los setentas en áfrica llega con aires petulantes, despreciando las supersticiones y pensando que los lugareños les quieren asustar. Petulancia + Curiosidad de “ver qué pasa” si es “real” es lo que uno a uno los va matando, comenzando por la primera víctima, y las demás víctimas van cayendo en el afán de encontrar a esta primera.
*En África el transformismo de hombre a leopardo o a hiena era símil a los licántropos europeos y asociados a la magia negra en las culturas, también tenían que ver con ritos de transición, etc.
**Tristemente el presupuesto no dio para ambientarla más, ya que la vegetación de la región madrileña (donde se rodó) constantemente pone en evidencia que no estamos en África.
De escasos recursos que ni de noche podía filmar usando así filtros azules para convertir tardes en noche (a veces sí es pasable, la mayoría no), actuaciones rígidas, demasiados desnudos, una que otra incoherencia bien incoherente, un ambiente aventurero aceptable y en cuanto a la situación zombi, una mezcolanza de misticismo africano + zombis + vampiros. Arrojando una visión de nativos zombificados pero con voluntad adoradora de sus diosas leopardos, mujeres vampiros que por las noches corren campantes y felices por la jungla (a cámara lenta, el sello Ossorio, recordar a sus zombis templarios a caballo), y un final muy, muy parecido al de Dance of the Vampires de Polanski.
Si la quieren descargar pueden ir acá.
1 comentario:
Wa uchu kara kite iru no de mon dai nai !!!!!!!!!!
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