Director: Antti-Jussi Annila
País: Finlandia
Año: 2008
Duración: 75 min. aprox.
Trailer
Una película que de no haber sido por Marcelo, no la hubiese visto. Lo que sucede es que… estimo comenzaré a ver películas que no me gustan, por aquello de entrar a un cine-debate donde por turnos se van eligiendo películas y es la que se ve. Sauna no está tan mal… pero tampoco está bien, humm... no la recomiendo, pero si deciden verla sugiero NO ver el trailer. Es una producción que deja muy a medias el factor terror, el factor drama, y por demás, es sumamente pretensiosa en eso de ir minando la película con metáforas.
Copy/paste de la sinopsis: En 1595, finalizada la interminable guerra entre Suecia y Rusia, los hermanos Knut y Erik dirigen una comisión encargada de trazar las nuevas fronteras. Tras protagonizar un terrible incidente, ambos llegarán a una aldea que no figura en los mapas y que cuenta con una sauna de piedra en la que se pueden lavar los pecados del cuerpo y del alma.
Precisamente de eso va. Tras un acto de crueldad por parte de Erik y Knut hacia un campesino y su hija, ambos, un veterano soldado (Erik) y su cartógrafo hermano (Knut) parten para encontrarse con su contraparte rusa y terminar de trazar la frontera. En el camino es cuando la consciencia de unos va devorándolos, visiones, sucesos raros y temores, pronto llegan a una misteriosa aldea en medio del pantano y al Sauna. Y es cuando se dan los hechos.
Si no es por la carga de simbología que se presenta a lo largo del metraje Sauna me parecería muy X, aunque tiene particularidades que me agradan. Lo que sucede es que siento fallida la mezcla de géneros, del Drama y el de Terror. No porque esperase obtener “terror” sino que creo uno no deja que el otro crezca. Pasando de una trama donde la consciencia azuza a los personajes a un terreno sobrenatural (que se disipa con toda facilidad ante el nudo argumentativo), donde nuestro protagonista arrastra a los demás (si bien su hermano es fundamental, en el caso de los rusos, fuesen las personas que fuesen sufrirían un destino similar) como si se tratase de un cono de revolución. El género dramático queda ofuscado por el terror, y el terror tras la apertura en plan drama queda semidesarrollado, dejándolo en una fusión del terror psicológico norteamericano (en cuanto al ritmo y la intriga) de apariciones y el terror asiático con dejos a lo Hideo Nakata.
Retomando un poco los “símbolos”, seguro a varias personas pueden dejarles un sabor a “cabo suelto”. Y es que ése es su truco, entre metáfora y metáfora, se ahorra tiempo y por otro lado, se da pie para que el curioso comience a descifrar.
Cosas que me agradaron:
-El escenario histórico en que se desarrolla la historia, le da un toque muy propio. Dato a observar: paradójicamente a esto y desgraciadamente no hay referencias culturales más allá de las prendas en sí, quizá este aspecto pudo haber destacado de mejor forma.
-La fidedigna relación fraternal.
-El protagonismo de Erik. Sin duda el personaje más complejo, mejor diseñado. Con una evolución muy aceptable, por más brutal que se le vea al comienzo el amor que le profesa a su hermano lo hace sensible, y no un ser sediento de sangre y adicto a la violencia, es un sujeto acondicionado a un estilo de vida, cansado de ello, pero hecho tan suyo que le es imposible verse de otra manera, esto queda claro desde el principio. El asunto es: por más malo que se sea no se puede estar exento de culpa/consciencia/remordimiento/moralidad, así como por más bueno que se sea no se está libre de maldad. El complemento de estos factores es lo que forja la condición humana y aquel que rige el equilibrio del albedrio.
-La metáfora acerca de la ciudad construida de mugre. La miseria sobre la que se construyen la mayoría de los imperios de esplendor.
-La calidad técnica. Encantadora esa gélida fotografía, y la habilidad por remarcarnos cada línea en la piel de los personajes.
Cosas que no me acaban de cuadrar:
-El Sauna de corte minimalista en esa época.
-Lo somero de su contexto bélico y político.
-Y como dije antes, la mezcla de géneros.
*Símbolos son como la flor, la manera en que se dan las muertes, los números, entre otras cosas.
Conclusión: La instancia redentora por antonomasia es quebrantada cuando los pecados flagelan la consciencia, dejando una fluctuación, aquella de si acaso es posible encontrar el perdón de un hermano, el perdón de Dios, cuando uno mismo no se puede perdonar.
Copy/paste de la sinopsis: En 1595, finalizada la interminable guerra entre Suecia y Rusia, los hermanos Knut y Erik dirigen una comisión encargada de trazar las nuevas fronteras. Tras protagonizar un terrible incidente, ambos llegarán a una aldea que no figura en los mapas y que cuenta con una sauna de piedra en la que se pueden lavar los pecados del cuerpo y del alma.
Precisamente de eso va. Tras un acto de crueldad por parte de Erik y Knut hacia un campesino y su hija, ambos, un veterano soldado (Erik) y su cartógrafo hermano (Knut) parten para encontrarse con su contraparte rusa y terminar de trazar la frontera. En el camino es cuando la consciencia de unos va devorándolos, visiones, sucesos raros y temores, pronto llegan a una misteriosa aldea en medio del pantano y al Sauna. Y es cuando se dan los hechos.
Si no es por la carga de simbología que se presenta a lo largo del metraje Sauna me parecería muy X, aunque tiene particularidades que me agradan. Lo que sucede es que siento fallida la mezcla de géneros, del Drama y el de Terror. No porque esperase obtener “terror” sino que creo uno no deja que el otro crezca. Pasando de una trama donde la consciencia azuza a los personajes a un terreno sobrenatural (que se disipa con toda facilidad ante el nudo argumentativo), donde nuestro protagonista arrastra a los demás (si bien su hermano es fundamental, en el caso de los rusos, fuesen las personas que fuesen sufrirían un destino similar) como si se tratase de un cono de revolución. El género dramático queda ofuscado por el terror, y el terror tras la apertura en plan drama queda semidesarrollado, dejándolo en una fusión del terror psicológico norteamericano (en cuanto al ritmo y la intriga) de apariciones y el terror asiático con dejos a lo Hideo Nakata.
Retomando un poco los “símbolos”, seguro a varias personas pueden dejarles un sabor a “cabo suelto”. Y es que ése es su truco, entre metáfora y metáfora, se ahorra tiempo y por otro lado, se da pie para que el curioso comience a descifrar.
Cosas que me agradaron:
-El escenario histórico en que se desarrolla la historia, le da un toque muy propio. Dato a observar: paradójicamente a esto y desgraciadamente no hay referencias culturales más allá de las prendas en sí, quizá este aspecto pudo haber destacado de mejor forma.
-La fidedigna relación fraternal.
-El protagonismo de Erik. Sin duda el personaje más complejo, mejor diseñado. Con una evolución muy aceptable, por más brutal que se le vea al comienzo el amor que le profesa a su hermano lo hace sensible, y no un ser sediento de sangre y adicto a la violencia, es un sujeto acondicionado a un estilo de vida, cansado de ello, pero hecho tan suyo que le es imposible verse de otra manera, esto queda claro desde el principio. El asunto es: por más malo que se sea no se puede estar exento de culpa/consciencia/remordimiento/moralidad, así como por más bueno que se sea no se está libre de maldad. El complemento de estos factores es lo que forja la condición humana y aquel que rige el equilibrio del albedrio.
-La metáfora acerca de la ciudad construida de mugre. La miseria sobre la que se construyen la mayoría de los imperios de esplendor.
-La calidad técnica. Encantadora esa gélida fotografía, y la habilidad por remarcarnos cada línea en la piel de los personajes.
Cosas que no me acaban de cuadrar:
-El Sauna de corte minimalista en esa época.
-Lo somero de su contexto bélico y político.
-Y como dije antes, la mezcla de géneros.
*Símbolos son como la flor, la manera en que se dan las muertes, los números, entre otras cosas.
Conclusión: La instancia redentora por antonomasia es quebrantada cuando los pecados flagelan la consciencia, dejando una fluctuación, aquella de si acaso es posible encontrar el perdón de un hermano, el perdón de Dios, cuando uno mismo no se puede perdonar.
Una entrevista que por casualidad me tope, hecha al director sobre la película: Tumba Abierta.
Para descargar de donde lo hice yo click acá.
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