Platicaba con una chica sobre un sueño bien loco que tuvo, palabras de ella, de ahí comenzamos a charlar un poco de nuestros sueños más psicodélicos, más bien de la sensación, ya que poco recuerdo de ellos. Y así es como tocamos un dato que hace unos meses tratábamos, las cuestiones magnéticas terrestres como factor influyente directo.
Es un artículo que salió este año en la New scientist (que ya les he recomendado), denle un vistazo, está entretenido, click acá.
En breve, alude a que la disminución de actividad geomagnética acelera la producción de melatonina y entonces aquellos traumas, cosas inacabadas y opciones que la psicología estima como factores importantes en cuan locos y extraños sean los sueños queda a un lado (parcialmente).
Ahora, si recordamos algunos datos básicos, seguro comprendemos que la relación de la melatonina y el sueño es inherente. La melatonina es sintetizada por la glándula pineal en mayor cantidad por la noche, el estimulo viene de la pupila y una de sus actividades más importantes es la interpretación de la luz y oscuridad en pro a nuestro mecanismo fisiológico, por eso es importante dormir de noche, entonces es una teoría muy probable.
Escribo parcialmente, porque el artículo comenta que si bien hay una investigación y pruebas que sustentan eso (el magnetismo), no es irrefutable, para que lo sea haría falta un estudio comparativo, analítico y estadístico.
¿Nuestros delirios de la vida diaria y del pasado, las pesadillas por tragar carne como animales (que hacía pegarse unos viajes tremendos a sujetos como Fussli), o simple y meramente el magnetismo terrestre?
Saludos.
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