Director: Makoto Shinkai
País: Japón
Año: 2007
Duración: 61 min. aprox.
Trailer
¿A qué velocidad debo vivir para verte de nuevo?
5 centímetros por segundo es (dice Shinkai) la velocidad en que cae una hoja de cerezo, también es el título de este breve filme que narra la evolución de un amor a través del tiempo. El tiempo imparable y sufrible, arrasador, donde si sólo lo dejamos pasar cual dóciles espectadores llegará ese momento en que tristemente no tenemos nada, las oportunidades se fueron y hay cosas que una palabra o un acto no pueden remediar cuando el tiempo ya ha hecho lo suyo.
Takaki y Akari están apunto de finalizar la escuela primaria, la amistad, convivencia, soledad y fragilidad de ambos despierta en ellos el Amor, ese amor neófito tan envidiable, inocente y basto. Una bella experiencia debe ser sentir el amor a esa tierna edad, “el amor de esa edad”.
Un oscuro nubarrón se cierne sobre ellos, y las lágrimas de Akari cual lluvia incipiente mojan sus zapatos. Su familia se muda y ella con ellos, Takaki sufre la separación pero es incapaz de expresar su sentir.
El tiempo pasa, no mucho, un año aprox. y no es hasta que Takaki sabe que el que ahora se muda es él, cuando decide ir a visitar a Akari. Y es que la distancia los separaba, sí, pero no era nada que el tren bala no pudiese solucionar, sin embargo a donde va Takaki no hay tren bala que le puede ayudar.
Lleno de ilusión Takaki emprende el viaje, entusiasmada Akaria aguarda. Angustia e impotencia es lo que les arroja el obstáculo de su reencuentro, el previo a uno de los momentos más mágicos de su vida… pero esto es sólo una parte, porque aún les aguardan años y años por vivir… ¿Qué tanto el amor puede sobrevivir a la distancia y al tiempo?
Es un ejemplo de cuando quizá por miedo a lo desconocido, a ser felices, nos negamos a actuar, a afrontar el sentimiento que nos carcome y nos impide expresarlo, hacerlo llegar. Tal vez el guardarse las cosas nos hace menos vulnerables, pero también nos aleja de esa persona especial. La incomunicación es lo que mata las relaciones. El tormentoso silencio y la indecisión.
Una historia de amor, sencillez y… poesía. Es agradable ver el par de guiños a su cultura que nos da el director. Si sabemos el simbolismo japonés del cerezo, un modelo de vida de pureza y sencillez (como el amor que quiere describirnos). En sus pétalos, su flor, un destello de felicidad en esta vida tan corta ante la vastedad del tiempo. Hanami, la fiesta del cerezo.
Takaki y Akari están apunto de finalizar la escuela primaria, la amistad, convivencia, soledad y fragilidad de ambos despierta en ellos el Amor, ese amor neófito tan envidiable, inocente y basto. Una bella experiencia debe ser sentir el amor a esa tierna edad, “el amor de esa edad”.
Un oscuro nubarrón se cierne sobre ellos, y las lágrimas de Akari cual lluvia incipiente mojan sus zapatos. Su familia se muda y ella con ellos, Takaki sufre la separación pero es incapaz de expresar su sentir.
El tiempo pasa, no mucho, un año aprox. y no es hasta que Takaki sabe que el que ahora se muda es él, cuando decide ir a visitar a Akari. Y es que la distancia los separaba, sí, pero no era nada que el tren bala no pudiese solucionar, sin embargo a donde va Takaki no hay tren bala que le puede ayudar.
Lleno de ilusión Takaki emprende el viaje, entusiasmada Akaria aguarda. Angustia e impotencia es lo que les arroja el obstáculo de su reencuentro, el previo a uno de los momentos más mágicos de su vida… pero esto es sólo una parte, porque aún les aguardan años y años por vivir… ¿Qué tanto el amor puede sobrevivir a la distancia y al tiempo?
Es un ejemplo de cuando quizá por miedo a lo desconocido, a ser felices, nos negamos a actuar, a afrontar el sentimiento que nos carcome y nos impide expresarlo, hacerlo llegar. Tal vez el guardarse las cosas nos hace menos vulnerables, pero también nos aleja de esa persona especial. La incomunicación es lo que mata las relaciones. El tormentoso silencio y la indecisión.
Una historia de amor, sencillez y… poesía. Es agradable ver el par de guiños a su cultura que nos da el director. Si sabemos el simbolismo japonés del cerezo, un modelo de vida de pureza y sencillez (como el amor que quiere describirnos). En sus pétalos, su flor, un destello de felicidad en esta vida tan corta ante la vastedad del tiempo. Hanami, la fiesta del cerezo.
¿Cuándo empecé a escribir mensajes que nunca envío?
No hay comentarios:
Publicar un comentario