sábado, 18 de diciembre de 2010

Antichrist


Director: Lars von Trier
País: Dinamarca
Año: 2009
Duración: 101 min. aprox.
Trailer

Copy/paste de la sinopsis: Para ayudar a su mujer a superar la muerte accidental de su hijo, su marido, psicólogo, decide llevarla a una cabaña perdida en medio de un bosque, el lugar donde ella pasó el último verano con su pequeño. Pero la terapia no parece funcionar, ella comienza a comportarse de modo extraño, y la naturaleza también.


Sin duda… una película imperdible. Independientemente de que a la mitad estemos cansadísimos y al final sintamos la tomadura de pelo (para algunos), y sin embargo, esto no significa pasar, literalmente, un mal rato.

Personalmente me siento un poco frustrado con Lars von Tiers por no haber visto algunas de sus películas que considero clave en estos últimos años, su evolución como director, y que podrían aportarme un mejor panorama de ¡qué es esto! Me refiero a Dogville y Manderlay (quizá también The boss of it all), solo he visto Europa 1991, (muy buena me pareció, con rasgos de originalidad en todo sentido), Dancer in the dark, 2000 (un melodrama, excesivo y sobrevalorado pero… bien hecho) y Element of crime, 1984 (peculiar y laberintico cine negro). Sé que el cine de este director no es convencional, que buscar ser transgresor, de estilo muy, muy propio, capaz de hacer ver un argumento impactante por simple que sea…
Un poco incomodo por atreverme a afirmar esto ante mi "pobre" visionado pero creo que estamos ante una película inferior en su filmografía. Una película a medio hacer que se le fue de las manos, empapada de pretensiones intelectuales y simbolistas, maquillada por una hermosa fotografía y un carácter arrítmicamente provocador. Como si, tristemente, el fin fuese la controversia. Y no es porque me impresioné de la tortura física, auto-ablación y la ninfomanía “satánica”, no… sino lo que no me cuadra son las ínfulas de Lars, y sus comentarios de que escribe guiones como terapia, sus depresiones, estados mentales, etc.

Dividida en cuatro capítulos pasamos por el Dolor del duelo por la muerte de un hijo, al Sufrimiento cuando se busca salir adelante, a punto de ahogarse en el Dolor, la Desesperación cuando la mente cruje inestable al borde de la demencia y la visita de Los tres mendigos, la hora del verdugo. Pasamos de dos episodios angustiantes para uno, y no precisamente por lo que vemos sino porque es tan lento… cansino, a otros episodios más psicóticos, experimentales y violentos… con un final un tanto truculento, de esas cosas que nos tergiversan la realidad en una ¿metáfora?

Si no la han visto no es bueno que sigan leyendo esto.

Anticristo… estamos acostumbrados a entender por Anticristo, pues… a un Anticristo ¿no? al que visionamos según el fundamentalismo cristiano, que tiene como prólogo una mundial decadencia moral, previo a desencadenar a Gran Tribulación, La marca de la bestia, Los jinetes y demás temas apocalípticos de miedo. En el cine entendemos con esto a películas como La profecía 1, 2, 3 y 4, La semilla del diablo, El día de la bestia… y esas así, pues acá no lo hay y… creo que eso está bien porque aporta un factor inesperado. Antes de verla la asociamos con ésas pero nada que ver.

Anticristo no sólo es ese personaje del mal que va a conducir al mundo al final de sus días, sino que simple y llanamente es todo aquello que se opone a Cristo, más aún si viene con una carga ideológica, por ejemplo las mujeres del tema de nuestra protagonista, brujas, de esas brujas que torturaron, gran parte por no ser brujas sino simplemente mujeres. Y tenemos a nuestra Iglesia de Satán representada simbólicamente en La Naturaleza. La película está cargada de simbolismos y contrastes, entonces el principal es La naturaleza, donde reina el caos y la mujer… quizá la podemos ver como fuente de vida, y es donde la podemos comparar con las ondas Wicca de la madre tierra.
Gracias a esto podemos hilvanar el simbolismo de algunos elementos, como la introducción, la primera escena, sexo, en donde a cámara lenta y un precioso blanco y negro el matrimonio, Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg, se funden en el extasis del coito (desde aquí vemos las provocaciones del director con la muerte del niño y el close-up de la penetración), las irrupciones animalescas (el ciervo con la cría a medio nacer me gustó, pero sigo sin entender porque el zorro tenía que decir “Reina el caos”, ¿qué demonios con eso? Sentí vergüenza ajena en ese momento…), los cuerpos femeninos en los árboles, la naturaleza, las bellotas como símbolo de fecundidad y la ninfomanía de Charlotte…

Desgraciadamente la narrativa de Lars manda todo al diablo, y tanto que iba atrayendo el salto que daba de lo onírico a lo real. Empezando por los diálogos, no es malo encerrar una trama, una película, en sólo dos personajes, lo malo es cuando estos hablan y hablan (y más cuando lo hace sólo uno) y no dice nada sobresaliente. Aburre. Si bien entre los personajes hay un curioso contraste: frialdad/rabiosa pasión, racionalidad/excitación, conocimiento/instinto. El papel de Dafoe dice puras irrelevancias, mientras terapea a su esposa trata de hacerlo con nosotros, no sé, se me hace una mal jugada meter esos diálogos de la manera en que lo hace, parecen monólogos, como si el psiquiatra sabio todo lo supiese, cansinos discursos (que ni interesantes son, Lars hablando por medio de sus marionetas). Eso le afecta a la película ya que excluye a los personajes de humanidad, los vemos tan encasillados que pierden credibilidad. Cansa, y no es hasta que empiezan los artilugios violentos (le agradezco esto, había visto cosas... pero no precisamente una ablación del clítoris) como una sanguinolenta eyaculación, mezclada con esa incesante atmósfera nebulosa de irrealidad (cuando la trama despega por completo los pies de la tierra) que comenzamos a preguntarnos ¿cómo acabará? Y es cuando se torna entretenida… (y eso que en todo el filme nos tienta con la semi-desnudez de la chica, ¡qué frío debe de hacer andar así en el bosque!).

Me gustó o no me gustó, no sabría decirlo, lo que sí es que no me arrepiento en lo absoluto de verla, y que a pesar de todo la disfruté. Algunas escenas geniales, la del zorro parlante bochornosa, otras bellas, otras interesantes (morbosamente hablando), una actuación ideal, Gainsbourg me sorprendió (sólo la recordaba de 21 gramos y La science des rêves). La fotografía destacable, la música… me gusta Rinaldo.

Hay que verla.

2 comentarios:

Karla dijo...

Muy interesante tu blog. A mí esta película me encantó, estéticamente hablando.

Respecto al cortometraje que comentas en el post anterior, me parece tan bueno que lo llegué a proyectar delante de toda la preparatoria en la cual trabajo, aproximadamente hace un año.

Un saludo.

Iván Roldán dijo...

Convengo, tiene una fotografía fantástica... y en escenas, como la lluvia de bellotas, es tan onirico... que la imagen, con todo y lo macabro que puede ser si la clavamos en la trama, luce como el fragmento de algún cuento de fantasía.

(Genial debe ser eso de la proyección... es muy agradable hacer llegar (a cuantos más mejor) algo que creemos bueno, algo que en verdad nos gusta o pensamos puede dejar marca, por breve que sea, en quien lo reciba).

Saludos.